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UN TOQUE DE AZUFRE Image Hosted by ImageShack.us

Gente

Luchadores de leyenda

Luchadores de leyenda Nacido en Grenoble el 19 de mayo de 1946, André René Roussimoff ha pasado a la historia del "show business" y de la lucha libre (particularmente en su variante "comercial" norteamericana) con un apodo tan simple como esclarecedor: "André el Gigante". A los adictos a la cultura de masas su nombre nos evoca imágenes delirantes de enfrentamientos legendarios dentro de los cuadriláteros del colorista circuito de la WWF; es decir, el circo del "wrestling", grandilocuentemente "naif" modalidad de espectáculo a caballo entre el comic de superhéroes en vivo y el teatrillo de "grand guiñol" apto para todos los públicos. En ese ambiente de infantiles bravuconadas, de violencia inofensiva de puro hiperbólica, André fue, con diferencia, el luchador más querido a lo largo de varias décadas, sólo eclipsado brevemente por su único posible sucesor en el corazón de los niños: el ciclón amarillo, Hulk Hogan; otra estrella mediática cuyas míticas "performances" junto a André el Gigante (foto) marcaron auténticas cimas de popularidad para el "wrestling". Qué tiempos aquellos, allá por los inicios de Tele 5, en que pudimos disfrutar en España de tan entrañable carnaval de golpes fingidos...

André murió el 27 de 1993 víctima de la acromegalia, enfermedad que deformó su cuerpo y fue minando lentamente su salud durante años; mal que, por cierto, ya se llevara a otro de mis fetiches: el legendario monstruo del cine de terror barato Rondo Hatton.

Si queréis saber más detalles de la vida de André (a quién, supongo, muchos recordaréis por su intervención en "La princesa prometida") no tenéis más que acudir a su página oficial.

Así no hay quien siga el marcador

Así no hay quien siga el marcador Ahora mismo en Eurosport, torneo de Zurich de tenis. Se enfrentan Daniela Hantuchova y Maria Sharapova. Traduzco a lenguaje-testosterona: "Guapa" contra "Más guapa". Llevo un buen rato viendo el partido y no tengo ni la más remota idea de quién gana, ni por cuánto. Y mira que me gusta el tenis. Eso sí, no me cabe duda de que la entrega de ambas rusas es irreprochable. Por algo llevan más de una hora empapaditas de sudor. Daniela, que ha ganado unos kilitos últimamente (¡bien!) viste de rojo y Maria (más pecosa que nunca) de plateado. Y... y..., en fin, que poco más tengo que decir excepto que me largo corriendo al sofá, que ya estan a punto de volver a la pista.

Anda, mira como beben de la botellita...

Soledades, etc.

Soledades, etc. De Kirsten Johnson ya hablé aquí en su día a propósito de su desconcertante serie de oleos sobre guiñoles hechos con calcetines. Ahora bien, que conste que esta artista no sólo se dedica a la pintura bufa sino que también trabaja con texturas emocionales bastante más serias y hasta depresivas. En su obra abunda la gente o bien inexpresiva, a veces en estado de semicatatonia, o bien poseída por un lenguaje corporal dislocado, como arrugada por fuera y por dentro... Lienzos que en cualquier caso supuran soledad, pesadumbre y vacío afectivo, y cuyo visionado provoca sensaciones malsanas debido a su continuo recurso al hiperrealismo grotesco, al retrato patético, a veces despiadado. Aun pecando de cierta pose torturada-efectista algo más obvia de lo conveniente, Kirsten Johnson se mueve en un territorio de abatimiento que, lo siento, a mí me hace disfrutar de lo lindo. Me encanta la aflicción; qué le voy a hacer.

Hasta el infinito... y más allá

Hasta el infinito... y más allá MUERE CHRISTOPHER REEVE

Agencias.

El actor norteamericano, famoso por su interpretación de Superman, falleció ayer domingo a los 52 años de edad por un fallo cardiaco, según anunció su portavoz a medios de comunicación. Su mujer, Dana Reeve, expresó en un comunicado "en nombre de toda mi familia", su agradecimiento a "los millones de fans de todo el mundo que apoyaron y quisieron a mi marido durante todos estos años". El actor era padre de tres hijos.

Reeve sufrió una doble fractura en las vértebras cervicales que le produjeron daños en la espina dorsal al caerse de un caballo en Virginia en 1995. Su tetraplejia no le impidió sin embargo volver a ponerse delante de las cámaras y seguir su carrera cinematográfica pese a que necesitaba asistencia mecánica para respirar.

Colombo, el artista

Colombo, el artista ¡Odio a la gente con talento! ¡Y si encima son capaces de demostrarlo en diversos campos, pues peor todavía! Además de inolvidable actor cassavetiano y mundialmente famoso "alter ego" del catódico teniente Colombo, Peter Falk es un artista plástico nada despreciable como queda demostrado en esta página dedicada a recoger numerosas litografías, dibujos y bocetos suyos.

El arte de este bizco genial, que, según él, tuvo su origen como una mera afición para rellenar las prolongadas pausas durante los rodajes, cuenta con dos motivos principales: bellas mujeres, vestidas poco o nada, y distintas visiones de su personaje más famoso. Un "crack" este Falk.

Y cómo voy a odiarle... Con la de ratos de felicidad televisiva que me brindó en mi infancia...

Soledades y tal y tal

Soledades y tal y tal De Kirsten Johnson ya hablé aquí en su día a propósito de su desconcertante serie de oleos sobre guiñoles hechos con calcetines. Ahora bien, que conste que esta artista no sólo se dedica a la pintura bufa sino que también trabaja con texturas emocionales bastante más serias y hasta depresivas. En su obra abunda la gente o bien inexpresiva, a veces en estado de semicatatonia, o bien poseída por un lenguaje corporal dislocado, como arrugada por fuera y por dentro... Lienzos que en cualquier caso supuran soledad, pesadumbre y vacío afectivo, y cuyo visionado provoca sensaciones malsanas debido a su continuo recurso al hiperrealismo grotesco, al retrato patético, a veces despiadado. Aun pecando de cierta pose torturada-efectista algo más obvia de lo conveniente, Kirsten Johnson se mueve en un territorio de abatimiento que, lo siento, a mí me hace disfrutar de lo lindo. Me encanta la aflicción; qué le voy a hacer.

Alex Gross

Alex Gross dgreg

Tarkowski

Tarkowski http://film.guardian.co.uk/gall/0,8544,1226197,00.html

Inge Casemier

Inge Casemier http://www.exto.nl/gallery/objects/id/1995.html

Maggie Taylor

Maggie Taylor http://www.maggietaylor.com/indexframe.html

Georges Mazilu

Born in Romania in 1951, Georges Mazilu is known internationally for his signature style linking contemporary surrealism with the art of the Northern Renaissance. Masterfully executed and bewitchingly beautiful, his paintings portray mysterious figures seemingly caught in deep contemplation or frozen in the midst of enigmatic rituals

Adios muñeca

Adios muñeca Así de memoría, a borbotones: "Mujercitas", "Colorado Jim", "El gran Houdini", "Psicosis", "El Danubio rojo", "Scaramouche", "Diamantes a gogó", "El príncipe valiente", "Harper, investigador privado", "Tres en un sofá", "La niebla", "Viviendo su vida", "Safari", "Sed de mal", "Los vikingos", "El mensajero del miedo"... Bye, princesa Janet; pasión de caballeros y obsesión de psicópatas, todo ojos, cuello y pómulos. Bella entre las más bellas. Adios.

Y gracias por tantas tardes y noches de sábado, por tantas fantasías... por tu inconmensurable hija. Gracias, gracias... 1927-2004.

Adios a Richard Avedon (3)

Adios a Richard Avedon (3) Obsesionado con la idea de la "máscara pública", Richard Avedon trató siempre de escarbar en la verdad interior de sus modelos. Según él, igual que en cierto momento la literatura rompió con el mito del héroe y empezó a ofrecer "anti-héroes", la fotografía también puede mostrar "anti-retratos". Este concepto se materializó en imágenes inolvidables como su desolador retrato de Marilyn Monroe, donde la gran diva, literalmente aplastada por la soledad, supuraba una angustia jamás vista en ninguna otro instantánea suya. Así ejemplificó Avedon sus ideas sobre cómo un "clic" fotográfico podía desvanecer la máscara y hacer añicos el límite entre lo público y los privado, entre el interior y el exterior, convirtiendo a un personaje en persona.

«Yo he trabajado con una serie de noes: no a una exquisita luz, no a una cuidada composición, no a la seducción de una pose", manifestaba Avedon en su biografía publicada en 1993. "Y todos estos noes me han forzado a decir un sí cuando yo tengo un fondo blanco y a una persona delante. Entonces es cuando estoy interesado en todo lo que ocurre entre nosotros».

Adios a Richard Avedon (1)

Adios a Richard Avedon (1) "La fotografía es un arte triste". Richard Avedon.

Famoso por convertir en arte la fotografía de moda, así como por sus penetrantes retratos de personajes célebres, Richard Avedon, de 81 años, falleció ayer en San Antonio (Texas) a causa de una hemorragia cerebral. Justo en el momento de su muerte el fotógrafo se encontraba realizando una serie de insantaneas bajo el título global de "On Democracy" para el semanario "The New Yorker" (publicación para la cual trabajaba en exclusiva desde 1992), consistentes en numerosos retratos tanto de políticos como de ciudadanos de a pie de todo Estados Unidos. La idea era que dicho trabajo apareciese con motivo de las próximas elecciones presidenciales norteamericanas.

Nacido el 15 de mayo de 1923 en Nueva York, y considerado ya desde mediados de los 50 como uno de los diez mejores retratistas del mundo por la revista "Popular Photography", sus trabajos aparecieron en publicaciones como "Harper's Bazaar" (1946-1965) o "Vogue" (1966-1990) y por su lente pasaron todo tipo de personalidades de los más diversos ámbitos, desde Charlie Chaplin, Marcel Duchamp, Buster Keaton, Stravinsky, John Ford (fotografía que aquí incluyo), Andy Warhol, Truman Capote, Brigitte Bardot, Francis Bacon, Twiggy, Jorge Luis Borges, The Beatles, Sofía Loren, los Kennedy y una inacabable etcétera. Pero lejos de ser un mero inmortalizador del "glamour" de sus modelos, Avedon tenía una especial capacidad para captar insospechados matices en ellos. La revista "Time" definió en una ocasión a sus retratos de Eisenhower y Marilyn Monroe, como "instrumentos de distorsión más sutiles y más crueles que el lápiz de ningún caricaturista". Hollywood le rindió homenaje a través de la película "Funny Face" (1957), la comedia musical de Stanley Donen, protagonizada por Fred Astaire y Audrey Hepburn, donde aparecía un fotógrafo de moda claramente inspirado en Avedon.

Adios a Richard Avedon (2)

Adios a Richard Avedon (2) Avedon empezó a practicar la fotografía a la edad de diez años, y su primer modelo fue nada menos que el compositor ruso Serguéi Rasmaninov, vecino de sus abuelos. En l942 se unió a la US Navy como fotógrafo y nunca se separó de su Rolleiflex y su trípode. En 1959 se publicó la primera antología de sus trabajos fotográficos, "Observations", seguida más adelante por "Nothing personal" (1974) y "Portraits" (1976), entre otras. También inmortalizó a los Beatles para la revista «Look» y realizó carátulas de discos de Jonny Winter y Simon & Garfunkel. En 1978 se organizaron exposiciones retrospectivas de su obra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y en 1995 en el National Portrait Gallery de Londres.

Creador polifacético, más allá de sus retratos de mujeres bellas y figuras relevantes de la cultura y la política (en los cuales, por cierto, rara vez aparecen sonriendo), Avedon también puso su cámara al servicio de temas sociales de lo más árido, como en su serie de fotografias de los huérfanos de Danang durante la guerra de Vietnam, los cadáveres calcinados de Palermo en 1959, o un legendario reportaje en el Hospital Psiquiátrico Estatal de Luisiana (1963) en el cual se hallaba ingresada su propia hermana.

¿Volverá "Rodzilla"?

¿Volverá "Rodzilla"? Parece que el actor (!), luchador de "wrestling" y estrella mediática arduamente clasificable Dennis Rodman está intentando regresar a la que en su día fue ocupación principal: el baloncesto. Apodado en sus primeros tiempos "el Gusano" por su flexibilidad y sinuosos movimientos bajo el aro, y más tarde "Rodzilla" por su contundencia, el ex-jugador de 43 años que ganó cinco anillos de la NBA con Chicago y Detroit, participó el jueves pasado en una sesión de entrenamiento con los Denver Nuggets, en un aparente intento por regresar a las canchas. Según parece fue el mismo club el que ofreció al siete veces máximo reboteador de la liga el entrenar con ellos con objeto de comprobar su estado de forma de cara a una posible integración en dicho equipo. De no ser así, ya se especula con que el extravagante Rodman, que jugo catorce temporadas y lleva retirado desde el año 2000, buscase un plaza en cualquier otro equipo de la NBA.

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Hay que decir que tras varios años protagonizando todo tipo de escándalos relacionados con su personalidad juerguista, nocturna, pendenciera y ultrasexual, el tatuadísimo ídolo llevaba un tiempo de silencio, moderación, alejamiento del circo del "show business" y ausencia de incidentes. Es de suponer que andaría preparándose para volver sin quedar en evidencia ante las nuevas generaciones. Yo quiero verlo.

Las dos Lizzies

Las dos Lizzies Sin el menor pudor me lanzo a birlar este curioso texto del más que interesante y muy bien escrito "blog" de la señorita Ten Brinken, una joven mandrágora condal consagrada a lo "gótico" (en sus muchas formas) y cuyo diario resulta una lectura de lo más disfrutable si os atrae la cosa decadente, sofisticada y oscura. Ahí va:

"A la señorita Elizabeth Siddal la conocen, la han visto mil veces: En efecto, fue el rostro de la famosa Ophelia de Millais, pero su historia... qué historia! Lizzie trabajaba como dependienta en una sombrería londinense cuando, un día Walter Deverell la vio a través del cristal y decidió proponerle que ejerciera de modelo. Fue a través de Deverell como conoció a los miembros de la hermandad pre-rafaelita y a quien sería su marido, Dante Gabriel Rossetti. Su primera experiencia con ellos fue el cuadro de Ophelia, para el que posó durante meses sumergida en una bañera de agua más bien... helada. Lizzie fue una persona enfermiza durante toda su vida... y resulta bonito pensar que parte de su enfermedad es una secuela de ejercer de Ophelia. En esa época Rossetti la conoció y se enamoró de ella. Obviamente, quedó prendado de su belleza... luego descubrió que Lizzie era tan buena escritora y pintora como sus compañeros de hermandad e intentó echarle un cable, también John Ruskin amparó sus inquietudes, pero la vida de Lizzie era otra cosa: enfermiza, depresiva... sí, señores, su vida pasaba entre momentos de depresión y arrebatos de celos, de hecho, llegó a tirar al Tamésis los retratos que Rossetti dibujaban de otras mujeres. Pero sobre todo, su vida pasó entre dosis de laudáno... quizás se lo recetaron para remediar las secuelas del baño de Ophelia, pero sea como sea se volvió adicta, y una noche, muerta de celos y harta de todo, se pasó con la dosis. La leyenda cuenta que amenazó a Rossetti previamente con el suicidio y él no lo tomó en serio. Era 1862 y Rossetti quedó destrozado, con la culpa acechándole por detrás de la oreja; enterró sus poemas con ella. Siete años después, cuando él estaba amancebado con otra y su vida seguía... alguien salió de la tumba... En 1869 Rossetti hizo exhumar el cuerpo de su mujer para recuperar sus poemas... y es que hay cosas que nunca se entierran.

Lizzie Siddal, tan hermosa, tan lánguida, tan exquisita siempre me hace pensar en otra Lizzie, Lizzie Borden, la asesina de Massachussets que un buen día cogió un hacha y pasó por su filo a toda su familia. El impacto del crimen fue tal, que engendró una coplilla que tal vez conozcan: "Lizzie Borden took an axe / And gave her mother forty whacks./ And when she saw what she had done, / She gave her father forty-one".

No entraré en detalles, están en www.crimelibrary.com/notorious_murders/famous/borden, pero la señorita Borden y la señorita Siddal... las acabo confundiendo a pesar de todo y es que... no hay que fiarse de las víctimas, al fin y al cabo, entre ellas y los verdugos sólo hay un paso, y las dos Lizzies son el ejemplo más claro de esa reversibilidad de posiciones. Una cogió un hacha y otra los poemas de su marido, una se levantó de su cama y la otra resurgió de la tumba... Pero al fin y al cabo ¿no hicieron lo mismo?"

La animación está de luto

La animación está de luto El animador Frank Thomas, uno de los legendarios "nine old men" que pusieron los pilares de la compañía fundada por Walt Disney, murió el pasado miércoles a la edad de 92 años. La importancia de Thomas en el desarrollo del arte de los dibujos animados resulta imposible de transmitir en un pequeño texto como este.

Dentro del seno de la Disney él siempre fue reconocido como el animador ideal para dotar a ciertos personajes de una gama expresiva especial; por decirlo de alguna forma, Thomas fue el mejor director de actores de la factoria, el más dotado para transmitir emociones a través de gestos irrepetibles, de movimientos tan humanos que parecía mentira estar viéndolos ejecutados por "animales" de dos dimensiones. Escenas como la de los spaguettis de "La Dama y el Vagabundo", el deslizamiento sobre el hielo de "Bambi" o el baile de "Pinocho" simulando estar movido por hilos, demuestran su prodigioso talento y todavía son capaces de erizar la piel del espectador sensible a esta bella disciplina. Thomas conoció a su amigo del alma (y perfecta media naranja creativa) Ollie Johnson en la universidad y esa relación continuó durante décadas, siendo dos de los principales profesionales que cimentaron el prestigio de Walt Disney gracias a sus aportaciones a largometrajes como "Blancanieves y los siete enanitos", "Cenicienta", "Alicia en el país de la maravillas", "Peter Pan", etc.

El excelente documental "Frank and Ollie", producido en 1995, narra las peripecias de este duo de genios de la animación a lo largo de sus cuatro intensas décadas de entrega a la compañía del ratón. Frank Thomas se retiró en 1978 y desde entonces había escrito algunos libros sobre animación, entre ellos el magnífico "The Illusion of Life".

Focomelízate anda

Focomelízate anda Pedro Berruezo e Isabel García, alias John Tones & Chili Temple, alias el Focomelo y la Focomela llevan años ofreciendo diversión, soltura y pensamiento descuajaringado desde las trincheras de los más diversos medios: fanzines míticos como "Dejad que las niñas se acerquen a mí", varios libros sobre cine fantástico, proyectos musicales en continua mutación...

Desde que descubrieron las posibilidades de la Red se han entregado con ganas a su página web y, sobre todo, a un blog de los más intensos y polimorfos que se pueden disfrutar en castellano.

Para que os hagáis una idea de lo que por allí se cuece, aquello es como "Un toque de azufre" pero más divertido, más pajero y más joven (aunque en la Red llevan más tiempo). Por cierto, si os preguntáis qué diantres significa "focomelo", aquí os dejo su propia explicación: "Focomelia es la malformación congénita o anomalía del desarrollo, caracterizada por la ausencia de porción proximal de uno o más miembros, haciendo que las manos o los pies aparezcan unidos al tronco mediante un único segmento óseo de forma irregular. Simbólicamente, es una persona incapacitada para el trabajo manual. Como John Tones y Chili Temple, que extrajeron el término "Focomelo" de la novela de Philip K. Dick "El doctor Moneda Sangrienta" dada su manifiesta incapacidad para encadenar dos notas seguidas con algún instrumento que no fueran unas maracas".

Días de radio

Días de radio La humanidad se divide en dos grupos: aquellas personas que al escuchar el nombre "Boris", inmediatamente les viene a la cabeza el apellido... "Izaguirre". Y aquellos otros (más "guays", sobra decirlo) que en quien piensan es en el ilustre señor de aquí al lado: el icono máximo del horror fílmico, el monstruo con facciones de adoquín, el gran William Henry Pratt, alias "su majestad Karloff".

Además de su gloriosa carrera como asustador en la pantalla, Boris realizó numerosas incursiones radiofónicas, casi siempre en seriales y espacios dramáticos de tono, por supuesto, terrorífico. Si le admiráis, pero nunca habéis escuchado su cavernosa voz original, no tenéis más que acudir aquí y gastaros cinco dólares en un CD que reune, en formato MP3, nada menos que 20 horas y 54 minutos de añejas intervenciones de Karloff en las ondas.

Ojeando el contenido se adivinan joyas como adaptaciones de "Frankenstein" o "Arsénico por compasión", programas compartidos con Bing Crosby y John Carradine, o dramatizaciones de Shakespeare y Dickens.