Dick Laurent is dead -David Lynch 4-
En Carretera perdida el virus que carcome la personalidad de su protagonista, Fred Madison, resulta ser los celos, la intuición obsesiva de un adulterio. Esta sospecha le empujará a una espiral disociativa de sí mismo y de la imagen (del concepto, en realidad) de la persona con quien comparte su vida, casa y cama. Tal paranoia originará en Fred una furia interior alimentada aun más si cabe por la insoportable condescendencia con que la propia Reneé trata la disfunción sexual de su marido. Todo ello irá convirtiendo su psique en una olla a presión cuya primera fuga será la grabación furtiva (¿por él mismo o su alter ego, esa emanación identificada como Hombre Misterioso?) de ciertas cintas de video en el seno de su hogar, escenario, al fin y al cabo, de un drama doméstico de prototípica banalidad.
Esa mirada externa que denotan las videograbaciones será el catalizador del nacimiento de esa segunda identidad capaz de realizar el horrible acto que anida en el subconsciente de Fred desde hace tiempo: el asesinato de su esposa. Así, el Hombre Misterioso (a quien en el último acto veremos enarbolando la cámara de video y grabando al propio Fred de frente (lo cual le identifica como el responsable de aquellas cintas, algo que Fred no hubiera podido hacer en solitario, es decir, con su yo consciente al descubierto, debido a su aversión hacia las videocámaras) funcionará como una suerte de brazo ejecutor, capaz de exterminar a esa mujer conocida/ajena, mentirosa... Capaz de llegar donde Fred no llegaría jamás, o, al menos, de facilitarle los medios para que él mismo lo haga. Por ejemplo, como cuando ese Hombre Misterioso acerca un cuchillo a Fred para que éste degolle a Mr. Eddy/Dick Laurent, mientras aquel graba impasiblemente lo ocurrido; plano éste particularmente informativo al presentar los dos yo de Fred, disociados, pero complementándose: uno asesinando, el otro registrando la realidad... Hechos ambos, inconcebibles para el Fred del comienzo del film, que, al final, acaban por materializarse gracias a la existencia del Hombre Misterioso.
Tras asesinar a su esposa, y sepultarlo en el olvido, incapaz de afrontar su acto, Fred será obligado por la ley a encarar lo que ha hecho, visionando incluso la cinta del asesinato, en la cual (aunque al espectador se le escamoteen dichas imágenes) aparece él descuartizando a Reneé. Al reconocerse a sí mismo como homicida, Fred sufrirá durante su estancia en prisión la caída en un infinito abismo mental, del cual logrará salir gracias a una fuga psicogénica; es decir, el mecanismo a través del cual Fred se construye no sólo otra identidad virgen de culpa, sino toda una nueva realidad a la medida en la cual insertar ese nuevo yo.
¿No existía Pete Dayton antes de que Fred Madison lo necesitase como receptáculo, como escapatoria a su tormento? Es difícil afirmarlo por muchas veces que se visione el film. Podría decirse, eso sí, que ello no afecta a la lectura básica de la historia. Si Pete ya era una persona determinada, es decir, si el mundo del segundo acto de Carretera perdida es EL MISMO que el del primero, si no sucede todo en la cabeza de Fred... entonces, la fuga psicogénica podría interpretarse como el robo de un cuerpo, la irrupción del acorralado Fred en una identidad ya existente: la de Pete. Los flash-backs nunca aclarados de lo que ocurrió aquella noche, y lo que vieron la novia de Pete y sus padres, podrían conducir también a esa interpretación. Ahora bien, tal lectura también impondría a la narración ciertas necesidades, digamos físicas, corpóreas, que a medida que avanza el segundo acto y van surgiendo en la vida de Pete ciertos elementos de la de Fred (la música de la radio, la aparición de Alice, la otra Reneé, el propio Hombre Misterioso...) conducirían la trama hacia una cierta convencionalidad fantastique. Cuando lo cierto es que Lynch siempre se ha inclinado más hacia la creación de paisajes internos férreamente autojustificados que hacia la descodificación genérica, por muy original que esta llegue a ser.
En cualquier caso, objetiva o subjetiva, la trama del segundo acto de Carretera perdida acaba dónde se podría esperar en su autor; en la desintegración de la mentira, la caída de la máscara, la inevitable reaparición de Fred, tras haberse demostrado inoperante la presencia de Pete. Y es que su fracaso metafísico-amatorio hacia Reneé-Alice en la envolvente aunque desoladora escena sexual en el desierto resulta otro importante nudo significativo.
Una vez de vuelta, Fred afronta un tercer acto que no es sino la asunción simbólica de lo que, suponemos, ya ocurrió en el primero, aunque sin haber sido interiorizado entonces por su yo consciente (y, por tanto, sin haber sido presenciado por el espectador, que siempre acompañó subjetivamente a Fred/Pete). Por fin el adulterio parece una certeza definitiva, contrastada. Y ahora comprobamos como Fred, presa de su furia y con la ayuda del también reaparecido (todavía tiene un importante papel que jugar) Hombre Misterioso asesina a Dick Laurent (¿Acaso no resulta Mr. Eddy una encarnación simbólica de Dick Laurent en el mundo diseñado por la mente de Fred a la medida de su personaje-refugio Pete Dayton?). Decirse finalmente a sí mismo, a través del portero automático, que Dick Laurent ha muerto no parece sino el acto definitivo de autoconciencia que Fred dedica a su recién asumido yo desdoblado, antes de emprender su huída eterna en esta historia extrema de autorechazo y disociación con estructura de banda de Moebius. Un acto cuya única salida, insisto, no puede ser otra que la fuga interior eterna, acosado para siempre por esa realidad simbolizada en los policías perseguidores que, suponemos, jamás lo lograrán atrapar.
Esa mirada externa que denotan las videograbaciones será el catalizador del nacimiento de esa segunda identidad capaz de realizar el horrible acto que anida en el subconsciente de Fred desde hace tiempo: el asesinato de su esposa. Así, el Hombre Misterioso (a quien en el último acto veremos enarbolando la cámara de video y grabando al propio Fred de frente (lo cual le identifica como el responsable de aquellas cintas, algo que Fred no hubiera podido hacer en solitario, es decir, con su yo consciente al descubierto, debido a su aversión hacia las videocámaras) funcionará como una suerte de brazo ejecutor, capaz de exterminar a esa mujer conocida/ajena, mentirosa... Capaz de llegar donde Fred no llegaría jamás, o, al menos, de facilitarle los medios para que él mismo lo haga. Por ejemplo, como cuando ese Hombre Misterioso acerca un cuchillo a Fred para que éste degolle a Mr. Eddy/Dick Laurent, mientras aquel graba impasiblemente lo ocurrido; plano éste particularmente informativo al presentar los dos yo de Fred, disociados, pero complementándose: uno asesinando, el otro registrando la realidad... Hechos ambos, inconcebibles para el Fred del comienzo del film, que, al final, acaban por materializarse gracias a la existencia del Hombre Misterioso.
Tras asesinar a su esposa, y sepultarlo en el olvido, incapaz de afrontar su acto, Fred será obligado por la ley a encarar lo que ha hecho, visionando incluso la cinta del asesinato, en la cual (aunque al espectador se le escamoteen dichas imágenes) aparece él descuartizando a Reneé. Al reconocerse a sí mismo como homicida, Fred sufrirá durante su estancia en prisión la caída en un infinito abismo mental, del cual logrará salir gracias a una fuga psicogénica; es decir, el mecanismo a través del cual Fred se construye no sólo otra identidad virgen de culpa, sino toda una nueva realidad a la medida en la cual insertar ese nuevo yo.
¿No existía Pete Dayton antes de que Fred Madison lo necesitase como receptáculo, como escapatoria a su tormento? Es difícil afirmarlo por muchas veces que se visione el film. Podría decirse, eso sí, que ello no afecta a la lectura básica de la historia. Si Pete ya era una persona determinada, es decir, si el mundo del segundo acto de Carretera perdida es EL MISMO que el del primero, si no sucede todo en la cabeza de Fred... entonces, la fuga psicogénica podría interpretarse como el robo de un cuerpo, la irrupción del acorralado Fred en una identidad ya existente: la de Pete. Los flash-backs nunca aclarados de lo que ocurrió aquella noche, y lo que vieron la novia de Pete y sus padres, podrían conducir también a esa interpretación. Ahora bien, tal lectura también impondría a la narración ciertas necesidades, digamos físicas, corpóreas, que a medida que avanza el segundo acto y van surgiendo en la vida de Pete ciertos elementos de la de Fred (la música de la radio, la aparición de Alice, la otra Reneé, el propio Hombre Misterioso...) conducirían la trama hacia una cierta convencionalidad fantastique. Cuando lo cierto es que Lynch siempre se ha inclinado más hacia la creación de paisajes internos férreamente autojustificados que hacia la descodificación genérica, por muy original que esta llegue a ser.
En cualquier caso, objetiva o subjetiva, la trama del segundo acto de Carretera perdida acaba dónde se podría esperar en su autor; en la desintegración de la mentira, la caída de la máscara, la inevitable reaparición de Fred, tras haberse demostrado inoperante la presencia de Pete. Y es que su fracaso metafísico-amatorio hacia Reneé-Alice en la envolvente aunque desoladora escena sexual en el desierto resulta otro importante nudo significativo.
Una vez de vuelta, Fred afronta un tercer acto que no es sino la asunción simbólica de lo que, suponemos, ya ocurrió en el primero, aunque sin haber sido interiorizado entonces por su yo consciente (y, por tanto, sin haber sido presenciado por el espectador, que siempre acompañó subjetivamente a Fred/Pete). Por fin el adulterio parece una certeza definitiva, contrastada. Y ahora comprobamos como Fred, presa de su furia y con la ayuda del también reaparecido (todavía tiene un importante papel que jugar) Hombre Misterioso asesina a Dick Laurent (¿Acaso no resulta Mr. Eddy una encarnación simbólica de Dick Laurent en el mundo diseñado por la mente de Fred a la medida de su personaje-refugio Pete Dayton?). Decirse finalmente a sí mismo, a través del portero automático, que Dick Laurent ha muerto no parece sino el acto definitivo de autoconciencia que Fred dedica a su recién asumido yo desdoblado, antes de emprender su huída eterna en esta historia extrema de autorechazo y disociación con estructura de banda de Moebius. Un acto cuya única salida, insisto, no puede ser otra que la fuga interior eterna, acosado para siempre por esa realidad simbolizada en los policías perseguidores que, suponemos, jamás lo lograrán atrapar.
30 comentarios
CellarDoor -
Trashi -
La otra estaba equivocado en cambio. Pensé que era "Flesh" de Morrissey. Pero no.
Hoy ya no doy más de sí...
CellarDoor -
CellarDoor -
CellarDoor -
http://spanish.imdb.com/title/tt0061465/
Pero para cuando te arranques ya se habrá terminado el plazo. :-(
Trashi -
En cuanto a los títulos... fíjate que te los iba a decir, después de demorarlo ayer, pero hoy he estado todo el día fuera, me encuentro tus últimos mensajes y casi que me apetece más jugar y seguir sin decírtelos... Mira tú.
No voy de farol (de siete sólo sé uno, y otro medio seguro), pero tampoco de dócil, ¿ves? No voy a bailar todo el rato al ritmo que tú marcas, digo yo...
A lo mejor la semana que viene los suelto.
Y con cordialidad, of course.
:-))))))))
CellarDoor -
CellarDoor -
CellarDoor -
Las imágenes son efectivamente muy cabronas, y forman parte de un concurso que se celebra en un foro cinéfilo francés de las news, el denominado fr.rec.cinema.discussion
En este link está colgada la competición.
http://mister.zob.free.fr/semaine.php?equipe=794139914&semaine=4
Trashi -
De las otras dos de una estoy casi seguro y de la otra totalmente seguro.
Son imágenes elegidas muy cabronamente. Hay que tener muy buena memoria para recordarlas dentro de las pelis. Es un ejercicio para memoriones y yo nunca he sido bueno en eso. Tampoco recuerdo fechas, pero en cambio los nombres se me quedan, y las tramas también, los giros de la acción y esas cosas.
¿Estás concursando tú? ¿En qué consisten las reglas?
Trashi -
CellarDoor -
1ª
http://mister.zob.free.fr/fichiers/681749297.jpg
http://mister.zob.free.fr/fichiers/1159685222.jpg
2ª
http://mister.zob.free.fr/fichiers/1629137506.jpg
http://mister.zob.free.fr/fichiers/1415402039.jpg
3ª
http://mister.zob.free.fr/fichiers/1366963661.jpg
4ª
http://mister.zob.free.fr/fichiers/1697715721.jpg
5ª
http://mister.zob.free.fr/fichiers/320269448.jpg
Eternamente agradecido.
CellarDoor -
Trashi -
CellarDoor -
Trashi -
PUES LO QUE YO DECÍA, ¿NO?
>> Y recuerdas muy mal "Meshes...".
¿BUSCAS FRICCIÓN?
LA VI HACE OCHO O MÁS AÑOS, Y RECUERDO COSAS QUE ASOCIO TANTO A "MULLHOLAND" COMO " LOST HIGHWAY", PERO DIRÍA QUE MÁS A LA PRIMERA. NO DIJE MÁS. DIFICILMENTE PUEDES SABER LO BIEN O MAL QUE RECUERDO EL MEDIOMETRAJE.
> Semos LISTOS, Trashi. Una weblog no es más que un ejercicio de sumo ego. ¿Y cuantas páginas llevas?...
¿PÁGINAS DE QUÉ?
CellarDoor: -
Y recuerdas muy mal "Meshes...".
Semos LISTOS, Trashi. Una weblog no es más que un ejercicio de sumo ego. ¿Y cuantas páginas llevas?...
Trashi -
Concretamente, lo del ahorcado de Bierce también es detectable en el final de "Brazil" de Gilliam, o hasta en un capítulo de "Buffy". Y en muchos más sitios que seguro se nos irían ocurriendo.
En cuanto a Deren, por lo que recuerdo "Meshes..." se parecería más a "Mullholand Drive", ¿no? Aunque, sí, todo lo del tiempo fragmentado, el onirismo, etc, podría aplicarse también a "Lost Highway". Pero, de nuevo, ¿acaso no está todo eso también presente en el "Marienbaud" de Resnais? ¿O en Cocteau o en todo Robbe-Grillet? ¿Son las referencias franchutes menos válidas sólo por ser Lynch americano?
Ay... pero qué LISTOS que somos...
CellarDoor -
http://www.sensesofcinema.com/contents/directors/02/deren.html
Buscar a Lynch en la literatura es una boutade.
Trashi -
nuncanada -
Una interpretación de Mullholand Drive, please??? a ver si coincidimos....
Mauro -
Mauro -
Trashi -
En cuanto a "Abre los ojos" (que a mí me gusta), pues no saca su final de ese cuento, no... es similar, pero no igual.
Mauro -
Trashi -
Un clasicazo.
Por cierto, adaptado DOS VECES en sendos capítulos de las series "Alfred Hitchcok Presents" y "Twilight Zone". No me pidas cómo se llamaban los episodios, que no doy para más. Aunque quizá se llamasen igual que el cuento.
Y lo de Mullholand Drive... pues claro que tengo una teoría, je, je, je. Esa está chupada. Es más fácil que "Lost Highway" y más después de haber analizado las anteriores de Lynch. ¿Quieres que la suelte aquí, a pelo?
nuncanada -
Hay un cuento de un autor clásico americano (no me preguntes cual) que narra la historia de un tipo al que van a colgar, se rompe la cuerda y huye hasta casa, pero cuando está a punto de abrazar a su mujer se da cuenta de que sigue colgado apenas sin aire que respirar. Hay un corto (Festival de Sitges del 2003) que narraba justamente esto. Entiendo que Lynch se curro su propia versión.
Alguna teoría de Mullholand Drive?? (yo tendría que volver a verla)
Mauro -
Trashi -
nuncanada -