Audiencias y mentiras
En la edición electronica de la revista de José Luis Balbín LaClave.com leo esto y me quedo estupefacto:
LA TRAMPA DE LAS AUDIENCIAS EN TELEVISIÓN.
Raro es el mes, incluso la semana, en que no desaparece un programa de televisión, a veces sin previo aviso y con alguno de los capítulos contratados por la cadena aún sin emitir. La razón esgrimida por los responsables de las cadenas es la de las 'bajas audiencias'. Un motivo justificable, teniendo en cuenta que un punto más en el 'share' medio significa, en la práctica, millones de euros más de ingresos por publicidad para la emisora de televisión. Sin embargo, este razonamiento pierde su poder cuando se comprueba que la medición de audiencias no se realiza con los medios adecuados ni con el rigor necesario.
La medición se hace mediante cálculos estadísticos, a partir de los resultados de los audímetros que una parte representativa de la población, seleccionada por grupos de edad, entornos familiares y clases sociales, tiene conectados a sus televisores. Pero resulta que en España no hay el número de audímetros necesarios tendrían que ser más de 4.000, a juicio de los expertos, pero sólo hay poco más de 3.000. Además, es relativamente sencillo falsear los datos que el medidor ofrece un solo espectador puede alterar los datos dejando el audímetro conectado en la misma cadena durante un día y, peor todavía, productoras y cadenas consiguen los nombres y direcciones de los poseedores de los audímetros, y ofrecen regalos o compensaciones al espectador que se mantenga fijo en la cadena o el programa deseado.
Un instrumento que nació para fijar las tarifas que pagan los anunciantes se está convirtiendo, cada vez con una mayor complicidad de las cadenas, en un argumento para justificar decisiones, como el cierre de programas no afines al poder político de turno sobre todo en los medios públicos, estatales y autonómicos, pero también en los privados. De la misma forma, los directivos de Tele 5 y Antena 3 no dudan en tirar de los índices de audiencias para 'demostrar' la salud empresarial de sus emisoras, ahora que deben rendir cuentas a analistas e inversores tras las sendas salidas a Bolsa. Pero como publica en este número La Clave, los paneles de audiencia ni siquiera son datos fiables para el mercado publicitario.
Todo ello, además, propicia un clima de histeria entre los profesionales de la televisión, más pendientes ahora de cosechar un buen número de espectadores que de elaborar productos con un mínimo de calidad. Cosa que tampoco sorprende cuando hay programas que pasan por la parrilla y desaparecen sin que el público potencial se haya enterado de la existencia de esos espacios.
LA TRAMPA DE LAS AUDIENCIAS EN TELEVISIÓN.
Raro es el mes, incluso la semana, en que no desaparece un programa de televisión, a veces sin previo aviso y con alguno de los capítulos contratados por la cadena aún sin emitir. La razón esgrimida por los responsables de las cadenas es la de las 'bajas audiencias'. Un motivo justificable, teniendo en cuenta que un punto más en el 'share' medio significa, en la práctica, millones de euros más de ingresos por publicidad para la emisora de televisión. Sin embargo, este razonamiento pierde su poder cuando se comprueba que la medición de audiencias no se realiza con los medios adecuados ni con el rigor necesario.
La medición se hace mediante cálculos estadísticos, a partir de los resultados de los audímetros que una parte representativa de la población, seleccionada por grupos de edad, entornos familiares y clases sociales, tiene conectados a sus televisores. Pero resulta que en España no hay el número de audímetros necesarios tendrían que ser más de 4.000, a juicio de los expertos, pero sólo hay poco más de 3.000. Además, es relativamente sencillo falsear los datos que el medidor ofrece un solo espectador puede alterar los datos dejando el audímetro conectado en la misma cadena durante un día y, peor todavía, productoras y cadenas consiguen los nombres y direcciones de los poseedores de los audímetros, y ofrecen regalos o compensaciones al espectador que se mantenga fijo en la cadena o el programa deseado.
Un instrumento que nació para fijar las tarifas que pagan los anunciantes se está convirtiendo, cada vez con una mayor complicidad de las cadenas, en un argumento para justificar decisiones, como el cierre de programas no afines al poder político de turno sobre todo en los medios públicos, estatales y autonómicos, pero también en los privados. De la misma forma, los directivos de Tele 5 y Antena 3 no dudan en tirar de los índices de audiencias para 'demostrar' la salud empresarial de sus emisoras, ahora que deben rendir cuentas a analistas e inversores tras las sendas salidas a Bolsa. Pero como publica en este número La Clave, los paneles de audiencia ni siquiera son datos fiables para el mercado publicitario.
Todo ello, además, propicia un clima de histeria entre los profesionales de la televisión, más pendientes ahora de cosechar un buen número de espectadores que de elaborar productos con un mínimo de calidad. Cosa que tampoco sorprende cuando hay programas que pasan por la parrilla y desaparecen sin que el público potencial se haya enterado de la existencia de esos espacios.
8 comentarios
Jordan Flight 45 -
telekinesio -
Trashi -
Trashi -
Silvia -
Pero si hay alguien interesado en regalarnos algo, que sepan que somos mu facilones, y nos vendemos por na y menos
Mauro -
No recordaba lo de Danny de Vitto. No sé por qué le ponía al prota la jeta del viejo ese de Caddyshack (o como se escriba) y Back to the school. A lo mejor es que sale también.
Y sí, en las otras cadenas pasaba de todo: unas hacían copias, otras querían robarles a la amante idiota
el riojano marrano -
Bueno, que yo recuerde la trama no era exactamente así. Pero sí, era bastante divertida por absurda y demencial.
Lo que hacía el tipo era invitar a todas las familias con audímetro a un crucero. Y mientras tanto, él y unos colegas iban casa por casa conectando todos los audímetros a su programa para reventar las audiencias.
Luego, no sé muy bien si el crucero se alargaba indefinidamente o no. Y tampoco recuerdo todo lo de la contraprogramación de las otras cadenas.
Mauro -