A mí que me lo expliquen
Circula la opinión entre los blogueros más curtidos que congregar a un numero considerable de lectores fijos ante tus chuminadillas es una mera cuestión de constancia. Tú no dejes de "postear", hombre, y ya verás como poquito a poco tus visitantes suben, suben y suben, respondiendo a una progresión más o menos estable. Más actualización, más incentivos para que la gente se pase más a menudo y, en buena lógica, una media de visitas más elevada.
Esa es la teoría, ¿vale?
Desde que abrí esté "blog" he pasado por épocas de actualizaciones diarias, de febrilidad "posteadora"; así como por otras de pereza total, de desapego hacia esta, mi excrecencia digital. Pues bien, tengo que decir que salvo en rachas prolongadas de falta de nuevo material, durante el resto del tiempo, las subidas y bajadas de las visitas diarias jamás han respondido a una pauta tan sencilla como "más actualizaciones, afluencia creciente". Es más, a veces las subidas y bajadas más estrepitosas se han producido en días en los cuales... no había pasado NADA. Esta chapa que os estoy soltando viene a cuento porque hace un rato me he quedado ojoplático al comprobar como ayer se batió el record de visitas diarias en "Un toque de azufre": 792. ¿Por qué? No tengo ni la más remota idea. Los "posts" fueron normalitos (nada de sexo, ni películas llamativas, ni escándalos religiosos...), pero, de pronto, sin ton ni son... zas, incremento escandaloso del número de visitas respecto a los días anteriores.
Hubo una época, hace unos meses, que la media diaria solía ser de entre 600 y 700 visitas. No obstante, de un tiempo a esta parte éstas habían bajado hasta no pasar de 300 los mejores días, estando a veces incluso por debajo de 200. No me importaba, la verdad, sobre todo teniendo en cuenta que, como decía, las subidas y derrumbes NUNCA respondieron a ningún patrón, al menos que estuviese en mi mano controlar (los cuales se reducen a cantidad, calidad y tipo de contenidos; factores en los que jamás han influido mis ganas por ser más visitado). Ahora bien, volviendo al tema: ¿qué ocurrió ayer para que, de buenas a primeras, más del triple de los visitantes habituales durante los últimos meses decidieran caer por aquí? Y ya que estamos... ¿son realmente fiables las contabilizaciones del dichoso Nedstat? Me la refanfinfla, sí, pero a la vez siento por este tema un molesto picorcillo de curiosidad, sobre todo teniendo en cuenta que cada vez hay más blogueros que incluyen publicidad y que, en teoría, esta resulta más rentable cuantos más individuos se pasan por sus chiringuitos.
En fin, que todo esto no pasan de ser haraganadas del bloguero más "low tech" que imaginaros podéis. Eso sí, mientras me como un tiramisú que no se lo salta un gitano. Abur.
Esa es la teoría, ¿vale?
Desde que abrí esté "blog" he pasado por épocas de actualizaciones diarias, de febrilidad "posteadora"; así como por otras de pereza total, de desapego hacia esta, mi excrecencia digital. Pues bien, tengo que decir que salvo en rachas prolongadas de falta de nuevo material, durante el resto del tiempo, las subidas y bajadas de las visitas diarias jamás han respondido a una pauta tan sencilla como "más actualizaciones, afluencia creciente". Es más, a veces las subidas y bajadas más estrepitosas se han producido en días en los cuales... no había pasado NADA. Esta chapa que os estoy soltando viene a cuento porque hace un rato me he quedado ojoplático al comprobar como ayer se batió el record de visitas diarias en "Un toque de azufre": 792. ¿Por qué? No tengo ni la más remota idea. Los "posts" fueron normalitos (nada de sexo, ni películas llamativas, ni escándalos religiosos...), pero, de pronto, sin ton ni son... zas, incremento escandaloso del número de visitas respecto a los días anteriores.
Hubo una época, hace unos meses, que la media diaria solía ser de entre 600 y 700 visitas. No obstante, de un tiempo a esta parte éstas habían bajado hasta no pasar de 300 los mejores días, estando a veces incluso por debajo de 200. No me importaba, la verdad, sobre todo teniendo en cuenta que, como decía, las subidas y derrumbes NUNCA respondieron a ningún patrón, al menos que estuviese en mi mano controlar (los cuales se reducen a cantidad, calidad y tipo de contenidos; factores en los que jamás han influido mis ganas por ser más visitado). Ahora bien, volviendo al tema: ¿qué ocurrió ayer para que, de buenas a primeras, más del triple de los visitantes habituales durante los últimos meses decidieran caer por aquí? Y ya que estamos... ¿son realmente fiables las contabilizaciones del dichoso Nedstat? Me la refanfinfla, sí, pero a la vez siento por este tema un molesto picorcillo de curiosidad, sobre todo teniendo en cuenta que cada vez hay más blogueros que incluyen publicidad y que, en teoría, esta resulta más rentable cuantos más individuos se pasan por sus chiringuitos.
En fin, que todo esto no pasan de ser haraganadas del bloguero más "low tech" que imaginaros podéis. Eso sí, mientras me como un tiramisú que no se lo salta un gitano. Abur.
7 comentarios
siouxie -
Martin Pawley -
Steam Man -
habrá que tenerlo en cuenta. Por cierto, la noticia de Mickey muy maja tb.
Saludos
Malasombra -
Por lo demás, ni idea. Sobre todo, no entiendo las visitas desde USA o Alemania, por ejemplo.
Y ya que estamos: tampoco sé poner varias fotos dentro de cada post, como usted.
Trashi -
SrLansky -
R. -