¿Quién decías que eras?
EL CEREBRO RECONOCE UN ROSTRO EN TRES ETAPAS.
Nature. 13/12/04.
El cerebro humano sigue un proceso de tres etapas para decidir si reconoce un rostro, de acuerdo con expertos del Colegio Universitario de Londres, en el Reino Unido. El primer paso consiste en establecer los aspectos físicos de una cara; luego, el cerebro determina si estos rasgos son conocidos o no, y por último, se procede a otorgar un nombre a lo que se ve. Para llegar a esa conclusión -que algunos calificarían de obvia- los especialistas se sirvieron de mecanismos de resonancia magnética, con los cuales escanearon la actividad cerebral durante el proceso de reconocimiento de un rostro.
Los expertos estiman que su estudio podría servir para ayudar a pacientes con demencia que pierden la habilidad para reconocer a las personas. Igualmente, las conclusiones serían útiles para el tratamiento de la prosopagnosia, una rara enfermedad neurovascular por la que el enfermo pierde la habilidad de procesar imágenes, e incluso a veces es incapaz de reconocer su propio rostro en el espejo. A modo de ilustración, equipararon las tres etapas del proceso con los pasos que seguimos en el reconocimiento de una imagen de, por ejemplo, la actriz estadounidense Marilyn Monroe que se transforma en la ex primera ministra británica, Margaret Thatcher, conocida como"la Dama de Hierro".
El estudio dice que el cerebro trata de establecer una identidad única incluso cuando la cara que vemos parece la mezcla de dos personas. Un rostro que es 60% Marilyn y 40% la Thatcher es identificado como una versión madura de la Monroe. En cambio, un rostro que es 40% la estadounidense y 60% la británica, es percibido como una versión "sexy" de la ex premier, afirman los especialistas. Otro ejemplo del proceso de reconocimiento -según Pia Rotshtein, quien tomó parte en el estudio- es "cuando una persona vuelve a la casa paterna por Navidad y la madre comienza a estudiar su rostro". Rotshtein explica: "Tan pronto como cruzamos el umbral, mamá empieza a hacer una lectura de nuestra cara. ¿Has engordado?, ¿te ves bien?". "A la vez que una parte del cerebro de la madre reconoce y compara información, otra coloca nombres a lo que ve, y es ésto lo que la hace exclamar: "Has perdido (o ganado) peso", concluye Rotshtein.
Las conclusiones del estudio aparecen en el último número de la revista Nature Neuroscience."
Nature. 13/12/04.
El cerebro humano sigue un proceso de tres etapas para decidir si reconoce un rostro, de acuerdo con expertos del Colegio Universitario de Londres, en el Reino Unido. El primer paso consiste en establecer los aspectos físicos de una cara; luego, el cerebro determina si estos rasgos son conocidos o no, y por último, se procede a otorgar un nombre a lo que se ve. Para llegar a esa conclusión -que algunos calificarían de obvia- los especialistas se sirvieron de mecanismos de resonancia magnética, con los cuales escanearon la actividad cerebral durante el proceso de reconocimiento de un rostro.
Los expertos estiman que su estudio podría servir para ayudar a pacientes con demencia que pierden la habilidad para reconocer a las personas. Igualmente, las conclusiones serían útiles para el tratamiento de la prosopagnosia, una rara enfermedad neurovascular por la que el enfermo pierde la habilidad de procesar imágenes, e incluso a veces es incapaz de reconocer su propio rostro en el espejo. A modo de ilustración, equipararon las tres etapas del proceso con los pasos que seguimos en el reconocimiento de una imagen de, por ejemplo, la actriz estadounidense Marilyn Monroe que se transforma en la ex primera ministra británica, Margaret Thatcher, conocida como"la Dama de Hierro".
El estudio dice que el cerebro trata de establecer una identidad única incluso cuando la cara que vemos parece la mezcla de dos personas. Un rostro que es 60% Marilyn y 40% la Thatcher es identificado como una versión madura de la Monroe. En cambio, un rostro que es 40% la estadounidense y 60% la británica, es percibido como una versión "sexy" de la ex premier, afirman los especialistas. Otro ejemplo del proceso de reconocimiento -según Pia Rotshtein, quien tomó parte en el estudio- es "cuando una persona vuelve a la casa paterna por Navidad y la madre comienza a estudiar su rostro". Rotshtein explica: "Tan pronto como cruzamos el umbral, mamá empieza a hacer una lectura de nuestra cara. ¿Has engordado?, ¿te ves bien?". "A la vez que una parte del cerebro de la madre reconoce y compara información, otra coloca nombres a lo que ve, y es ésto lo que la hace exclamar: "Has perdido (o ganado) peso", concluye Rotshtein.
Las conclusiones del estudio aparecen en el último número de la revista Nature Neuroscience."
2 comentarios
Spaulding -
Mauro -