Nitp/Tuck: Puagh
A Tara Reid seguro que la recordaréis (es broma) por sus apariciones en películas como "Crueles intenciones", "Josie & the Pussycats" o la saga "American Pie" (me gustan todas, por cierto). Por entonces la chica era un pizpireta rubia que cargaba ligero hacia delante, lo cual favorecía el que le prestasemos atención a su sonrisa, cosa que, de vez en cuando, tampoco está mal. Pero, claro, como las neuronas tampoco sobran en el establo hollywoodiense, la criatura consideró que, una vez pasada la edad institutera, quizá lograría más papeles adoptando el cada vez más extendido "look" "porno-star". Resultado: de corderita pasó a convertirse en ganado vacuno.
Ahora bien, lo malo no es que ahora sea otra de tantas tetorristas de saldo condenadas, primero, a la mofa, y pronto al olvido; sino que, encima, el terrible resultado quirúrgico ha quedado a la vista de millones de personas por culpa de un lamentable descuido. Y es que iba el otro día la moza a un sarao, bien orgullosa de sus nuevos balones, oportunamente tapados, eso sí, bajo un sugerente vestido de noche, cuando, de pronto, zas: accidente. Tirante que resbala por su hombro, churri tan ebria de atención fotográfica que ni repara en el desliz y... ¡hop! El enésimo atentado del bisturí canalla contra la mujer actual, el horror de los horrores va y queda al descubierto. A continuación, con vosotros: ¡The Texas Chainsaw Massacre!
Los pelos como escarpias se os puesto, ¿verdad? ¿Si existe disponible algún video que capture semejante momento? Pues claro... aquí lo tenéis: pinchad, PINCHAAAAAAD.
¿No se os parte el corazón de ver a la muchacha sonreir de esa manera tan sincera en su artificialidad, pletórica de mostrar al mundo sus bultos recién estrenados, creyándose que la zona catastrófica la mantiene oculta bajo su "glamouroso" modelito? ¿No resulta tristísimo imaginarse la panzada a llorar que se habrá pegado luego en su casa cuando haya visto Internet repleto de imágenes de su maltrecho pezón?
Por cierto, ¿queréis verlo otra vez? Ahí va...
¿Habéis vuelto ya de vomitar? ¿Sí? Vale, continúo... Lo más patético del caso, veréis, es que, según parece, el siliconado vía aureola del pecho es la modalidad más barata y, con mucho, la más agresiva y perniciosa para tan delicada zona de todas las disponibles actualmente. Si la señorita Reid hubiera optado por gastarse más dólares en una intervención consistente en introducir los bulbosos implantes a través del ombligo (ruta más complicada, pero a la vez, dicen, con la que se obtienen mejores resultados) pues ahora no se encontraría sufriendo semejante escarnio. Y es que, en cuestiones de quirófano, no hay que escatimos, leñe. Sobre todo si estás amanzebada (como era el caso, al menos hasta hace unos días) con el mismísimo Donald Trump. Vamos que por pasta no sería... ¿Ves Tara lo que pasa por tacaña?
Ahora bien, lo malo no es que ahora sea otra de tantas tetorristas de saldo condenadas, primero, a la mofa, y pronto al olvido; sino que, encima, el terrible resultado quirúrgico ha quedado a la vista de millones de personas por culpa de un lamentable descuido. Y es que iba el otro día la moza a un sarao, bien orgullosa de sus nuevos balones, oportunamente tapados, eso sí, bajo un sugerente vestido de noche, cuando, de pronto, zas: accidente. Tirante que resbala por su hombro, churri tan ebria de atención fotográfica que ni repara en el desliz y... ¡hop! El enésimo atentado del bisturí canalla contra la mujer actual, el horror de los horrores va y queda al descubierto. A continuación, con vosotros: ¡The Texas Chainsaw Massacre!
Los pelos como escarpias se os puesto, ¿verdad? ¿Si existe disponible algún video que capture semejante momento? Pues claro... aquí lo tenéis: pinchad, PINCHAAAAAAD.
¿No se os parte el corazón de ver a la muchacha sonreir de esa manera tan sincera en su artificialidad, pletórica de mostrar al mundo sus bultos recién estrenados, creyándose que la zona catastrófica la mantiene oculta bajo su "glamouroso" modelito? ¿No resulta tristísimo imaginarse la panzada a llorar que se habrá pegado luego en su casa cuando haya visto Internet repleto de imágenes de su maltrecho pezón?
Por cierto, ¿queréis verlo otra vez? Ahí va...
¿Habéis vuelto ya de vomitar? ¿Sí? Vale, continúo... Lo más patético del caso, veréis, es que, según parece, el siliconado vía aureola del pecho es la modalidad más barata y, con mucho, la más agresiva y perniciosa para tan delicada zona de todas las disponibles actualmente. Si la señorita Reid hubiera optado por gastarse más dólares en una intervención consistente en introducir los bulbosos implantes a través del ombligo (ruta más complicada, pero a la vez, dicen, con la que se obtienen mejores resultados) pues ahora no se encontraría sufriendo semejante escarnio. Y es que, en cuestiones de quirófano, no hay que escatimos, leñe. Sobre todo si estás amanzebada (como era el caso, al menos hasta hace unos días) con el mismísimo Donald Trump. Vamos que por pasta no sería... ¿Ves Tara lo que pasa por tacaña?
5 comentarios
Aureal -
Trashi Trashi joooo, haga un post sobre el affair Larry/Linda Wachowski, que está más que confirmado. Si quiere datos deme un toque :D
Trashi -
david L. -
bannister -
La-Ruina-de-la-Familia -