Robot autosuficiente (y fétido)
El futuro de la vida artificial, me temo, no huele nada bien. Pero no por falta de expectativas optimistas, en absoluto; sino en un sentido literal. Y es que si las investigaciones siguen por donde parece, el camino para lograr robots capaces de funcionar de manera completamente autónoma implicará que estos despidan un hedor de lo más inmundo.
La explicación es la siguiente: según "New Scientist"", un equipo de investigadores de Bristol han fabricado un prototipo capaz de producir su propia energía mediante la ingestión de moscas, que luego digiere a través de células de combustible especiales. Éstas degradan la glucosa de los esqueletos de los insectos, liberando así electrones capaces de proporcionar movimiento al aparato. El objetivo de este proyecto, denominado EcoBot II, es construir robots que puedan ser enviados a las zonas más inhóspitas para realizar misiones industriales o militares sin precisar del menor suministro de energía. Apenas ocho moscas le bastan a EcoBot II para quedarse satisfecho durante cinco días, y con tan escasa ración, obtiene electricidad suficiente para desplazarse a diez centímetros por hora.
De momento, Chris Melhuish y su equipo, responsables del cacharro, deben proporcionarle el "alimento" manualmente, pero el siguiente paso lógico, que es el del autoabastecimiento del EcoBot, pasa (como ya estáis intuyendo, ¿verdad?) por dotarle de un depósito de excrementos que sirvan para atraer hacia él las moscas de forma natural. Lo dicho: el futuro apesta."
La explicación es la siguiente: según "New Scientist"", un equipo de investigadores de Bristol han fabricado un prototipo capaz de producir su propia energía mediante la ingestión de moscas, que luego digiere a través de células de combustible especiales. Éstas degradan la glucosa de los esqueletos de los insectos, liberando así electrones capaces de proporcionar movimiento al aparato. El objetivo de este proyecto, denominado EcoBot II, es construir robots que puedan ser enviados a las zonas más inhóspitas para realizar misiones industriales o militares sin precisar del menor suministro de energía. Apenas ocho moscas le bastan a EcoBot II para quedarse satisfecho durante cinco días, y con tan escasa ración, obtiene electricidad suficiente para desplazarse a diez centímetros por hora.
De momento, Chris Melhuish y su equipo, responsables del cacharro, deben proporcionarle el "alimento" manualmente, pero el siguiente paso lógico, que es el del autoabastecimiento del EcoBot, pasa (como ya estáis intuyendo, ¿verdad?) por dotarle de un depósito de excrementos que sirvan para atraer hacia él las moscas de forma natural. Lo dicho: el futuro apesta."
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