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Televisión

"El planeta de los simios" a lo "Twilight Zone"

"El planeta de los simios" a lo "Twilight Zone" A menudo se olvida que pese a estar basado en la novela homónima de Pierre Boulle, el largometraje "El planeta de los simios" contó con Rod Serling, el legendario pilar de las teleseries fantásticas, como guionista. Apoyándose en esta circunstancia hay gente que le ha dado por imaginar cómo hubiera sido "El planeta de los simios" si en lugar de en forma de película el original literario hubiera sido adaptado a la pantalla como episodio de "Twilight Zone". Tan sugestiva premisa ha dado lugar a un curioso experimento de metanarrativa audiovisual que se puede encontrar aquí.

Este supuesto "what if" televisivo está disponible en formato QuickTime, no pesa demasiado y se ve aceptablemente.

Rumores en el "whedonverso"

Rumores en el "whedonverso" Vía Whedonesque llega el siguiente rumor:

"From the latest All The Rage column: "Whedon is said to be in discussions with Dark Horse regarding an "eighth season" of Buffy, to be chronicled as a monthly comic".

Pues eso...

La duda ahora es... ¿ese tebeo que continuase la saga tras la séptima temporada televisiva lo escribiría Whedon o alguno de sus primeros espadas (Espenson, Minear, Noxon, Fury...)? Me temo que de lo contrario muy dificilmente podríamos considerar esas historias como una verdadera octava temporada. Y lo malo es que "el jefe" parece absorbido por el largometraje de "Firefly", los posibles telefilmes de Faith, Spike, Giles, etc, y los comics de "X Men", mientras que el resto del equipo de guionistas ya parece totalmente desintegrado y diseminados todos ellos en nuevas series y proyectos personales de todo tipo. Pero, vaya, la esperanza es lo último que se pierde y sería hermoso leer unos BUENOS comics de "Buffy", con el único e intransferible sabor de la teleserie.

La casa que Joss construyó

La casa que Joss construyó Hace tres meses que vi la séptima y última temporada de "Buffy" en DVD y desde entonces tengo el gusanillo de escribir algo sobre ella. Bueno, en realidad me apetece escribir algo que cubra toda la obra en conjunto, de principio a fin. Pero no hay tiempo, amiguitos. Si me pongo, me pongo... y cualquiera saca las horas necesarias para quedarme de verdad a gusto, para quitarme la espinita de reconocimiento que creo que, en honestidad, les debo a Joss Whedon y su soberbio equipo de guionistas, actores y realizadores por tantas horas de diversión, emoción y pasión ante la pequeña pantalla.

De momento, en espera del rato necesario para explayarme, sólo os diré que si todavía sois de esos prejuiciosos a los cuales les resulta mosqueante el reconocimiento de tanta gente "seria" hacia una serie titulado "Buffy cazavampiros", si os parece imposible que “eso” os pueda gustar a vosotros, si incluso habéis picoteado algún capítulo y la cosa sigue sin fascinaros precisamente... bien, pues juro por mi muñeco de Eduardo Manostijeras que hasta hace no demasiado (casi dos años) yo era como vosotros. Recelaba de los “buffymaníacos”, me escamaba su nivel de seguimiento, de inmersión en ese universo narrativo que como mero espectador esporádico podía encontrar simpático, sí, pero desde luego lejos del tipo de ficción que realmente te llega dentro, te aporta cosas, te influye...

Yo había seguido toda la primera temporada en la tele (Canal +) e intermitentemente la segunda. Simpatizaba con su espíritu “teen” sin caer en las tramas idiotas y los clichés hormonales (cosas que a las que yo tampoco hago ascos, todo sea dicho). La serie me parecía un ejemplo modélico de producto inteligente para jóvenes (de edad y/o espíritu), pero no más que eso. Algo defendible en su justa medida pero tampoco para organizar una cruzada por ella.

Fue la exposición continuada, temporada tras temporada, gracias a la generosidad de un amigo poseedor de esas envidiables cajas de DVDs de procedencia extranjera (ahora afortunadamente se están editando aquí), lo que terminó convirtiéndome también a mí en “uno de ellos”. Me limitaré a decir que tras visionar el ÚLTIMO capítulo de la séptima temporada sentí un vacío en el estómago sólo comparable a esas sensaciones que a uno le asaltan cuando experimenta cambios de verdad importantes en la vida. Tal había sido el incremento de intensidad emocional inyectado por Whedon & Cia desde aquellos lejanos primeros años, que 144 capítulos después me resultaba muy, muy difícil concebir que jamás iba a volver a saber nada de aquellos personajes (alguno siguió apareciendo en el “cross over” “Angel”, pero eso es otra historia...).

Desde entonces busco algún sustitutivo televisivo bajo cuyos efectos superar el síndrome de abstinencia de “Buffy”. He comprobado, como era imaginable, que lo más efectivo es recurrir a otro producto Whedon, claro. “Angel” sirve, atrapa y te sacude (me falta por ver la quinta y última temporada), pero no acaba de ser lo mismo. “Firefly” también me resultó muy grata, pero, ay, fue tan breve... Desde entonces le he dado una oportunidad a “Alias” y, aun divirtiéndome, no diré que no... debo reconocer que me aferro a ella como un clavo ardiendo, buscando la emoción televisiva perdida, con un algo vergonzoso espíritu de “a falta de pan, buenas son tortas” (Abrams, tío, eres bueno y me caes bien, pero... Joss te mira todavía desde arriba).

Espero que pronto llegué la caja con la quinta temporada de “Angel” y se estrene “Serenity” (la peli de “Firefly”) y (espero) se produzcan los prometidos telefilmes protagonizados por los personajes secundarios de “Buffy” y “Angel”. Entonces y sólo entonces sé que se me calmará esta extraña sensación de vacío en la boca del estómago, esta intranquilidad que siento al saber que esos personajes que tan bien conozco están por ahí, sueltos, viviendo dios sabé que cosas... ¡sin que yo los esté viendo!

No sentía nada parecido desde que los comics Marvel dejaron de editarse en España tras la desaparición de Ediciones Vértice y me quedé colgado con las aventuras de los “X Men” de Claremont. Eso no se le hace a un adicto.

Continuidad retroactiva en la teleficción (!)

Continuidad retroactiva en la teleficción (!) En esta página se desarrolla un concepto curioso, el de RETCON. Término procedente de RETroactive CONtinuity. Explicado sencillamente sería ni más ni menos que el efecto narrativo que se produce sobre una serie de televisión de cierta longevidad cuando en un momento dado los guiones introducen elementos nuevos que obligan al espectador a replantearse algunos hechos ya vistos en temporadas anteriores.

A veces la razón hay que buscarla en puntuales errores de los escritores, quienes al no cotejar bien el pasado de las series (sobre todo si estas abarcan muchos años) obligan a ofrecer forzadas justificaciones que suelen dejar perplejo al público con buena memoria. Otras veces los cambios en la continuidad vienen dados por necesidades diversas de producción (despidos, enfermedades o incluso muerte de ciertos actores, cambios de patrocinadores, etc).

Más raras (y gozosas) son las alteraciones retroactivas de la continuidad por motivos exclusivamente creativos, es decir, debidas a decisiones por completo justificadas desde un punto de vista argumental. ¿Un ejemplo memorable? La introducción en la quinta temporada de "Buffy" del personaje de Dawn, hermana menor de la protagonista de la serie, y no presente en los cuatro años anteriores.

El arte del "cross over"

El arte del "cross over" Si estáis por encima de los treinta y tantos, si buena parte de vuestra infancia la pasasteis delante de la tele, si desde pequeños vuestros tebeos favoritos fueron aquellos en los que los héroes de distintas colecciones cruzaban sus caminos para vivir aventuras juntos, si la ciencia ficción os tiene sorbido el seso... echadle un ojo a este link.

Allí encontraréis el resultado de la labor de un esforzado "fan" de las series "UFO" y "Space 1999" por integrar sus respectivas tramas en una cronología conjunta. Es decir, basándose en que ambas fueron creadas por Gerry Anderson, ha considerado que lo narrado en ellas pertenece al mismo universo de ficción y, por tanto, podía ser colocado en una misma línea temporal. Toda una curiosidad para teléfagos.

Audiencias y mentiras

Audiencias y mentiras En la edición electronica de la revista de José Luis Balbín LaClave.com leo esto y me quedo estupefacto:

LA TRAMPA DE LAS AUDIENCIAS EN TELEVISIÓN.

Raro es el mes, incluso la semana, en que no desaparece un programa de televisión, a veces sin previo aviso y con alguno de los capítulos contratados por la cadena aún sin emitir. La razón esgrimida por los responsables de las cadenas es la de las 'bajas audiencias'. Un motivo justificable, teniendo en cuenta que un punto más en el 'share' medio significa, en la práctica, millones de euros más de ingresos por publicidad para la emisora de televisión. Sin embargo, este razonamiento pierde su poder cuando se comprueba que la medición de audiencias no se realiza con los medios adecuados ni con el rigor necesario.

La medición se hace mediante cálculos estadísticos, a partir de los resultados de los audímetros que una parte representativa de la población, seleccionada por grupos de edad, entornos familiares y clases sociales, tiene conectados a sus televisores. Pero resulta que en España no hay el número de audímetros necesarios —tendrían que ser más de 4.000, a juicio de los expertos, pero sólo hay poco más de 3.000—. Además, es relativamente sencillo falsear los datos que el medidor ofrece —un solo espectador puede alterar los datos dejando el audímetro conectado en la misma cadena durante un día— y, peor todavía, productoras y cadenas consiguen los nombres y direcciones de los poseedores de los audímetros, y ofrecen regalos o compensaciones al espectador que se mantenga fijo en la cadena o el programa deseado.

Un instrumento que nació para fijar las tarifas que pagan los anunciantes se está convirtiendo, cada vez con una mayor complicidad de las cadenas, en un argumento para justificar decisiones, como el cierre de programas no afines al poder político de turno —sobre todo en los medios públicos, estatales y autonómicos, pero también en los privados—. De la misma forma, los directivos de Tele 5 y Antena 3 no dudan en tirar de los índices de audiencias para 'demostrar' la salud empresarial de sus emisoras, ahora que deben rendir cuentas a analistas e inversores tras las sendas salidas a Bolsa. Pero como publica en este número La Clave, los paneles de audiencia ni siquiera son datos fiables para el mercado publicitario.
Todo ello, además, propicia un clima de histeria entre los profesionales de la televisión, más pendientes ahora de cosechar un buen número de espectadores que de elaborar productos con un mínimo de calidad. Cosa que tampoco sorprende cuando hay programas que pasan por la parrilla y desaparecen sin que el público potencial se haya enterado de la existencia de esos espacios.

Scoobies para Sims2

Scoobies para Sims2 Frikismo sobre frikismo; doble capa.

Si sois "buffymaníacos" y los Sims también os tienen corroído el seso, no tenéis más que ir aquí y bajaros estos maravillosos personajes. Bueno... en realidad maravillosos no han quedado, pero, qué demonios, ¡son ellos!

Aquí al lado os pongo a Willow para que os hagáis una idea.

¿Por qué este blog se llama así?

¿Por qué este blog se llama así? Yo mismo me sorprendí cuando, tras apenas unos segundos de pensar cómo demonios llamaría a este mi "blog", de pronto me vino a la cabeza "esto": "Un toque de azufre"

Algunos iniciados rápidamente habrán captado la referencia. Por supuesto este es el título ("A Touch of Brimstone") de uno de los más memorables episodios de "The Avengers", no sé si la mejor serie de televisión de todos los tiempos, pero sí, desde luego, mi favorita, la que más he disfrutado, la que más he meditado, analizado y revisado, una y mil veces. Me hice gracia a mí mismo al escribir eso, de manera casi automática, en la cajita reservada al nombre del "blog". Primero, porque pensaba que me iba a tirar horas buscando un nombre lo suficientemente "cool" (¿quién no busca eso?), desechando cientos, hasta rendirme y ponerle simplemente "trashi". Segundo, porque, de hecho, "Un toque de azufre" me sonaba, así sin meditarlo demasiado, apabullantemente "cool" (por algo se le ocurrió a Brian Clemens y no a mí). Y tercero, porque de mis muchos capítulos de cabecera de "Los vengadores" jamás pensé que el que me viniese a la cabeza a la hora de bautizar mi diario "on line" fuera precisamente "ese", el más obviamente calenturiento, perverso, decadente... Sí, el de "El Club Fuego Infernal", el de Emma Peel como "Reina del Pecado", el de la diosa Diana Rigg con corpiño y látigo.

Hay que aceptarse. Uno es cómo es... Decenas de historias geniales paridas por grandísimos guionistas como Dennis Spooner, Philip Levene, Roger Marshall o el propio Clemens, al final ceden sitio en la mente (y más abajo) para albergar una única imagen avasalladora: la de ELLA encarnando la perversión más bella, sadiana e inalcanzable.

En fin...

Busqué una imagen de Emma Peel con su famoso modelito para decorar de forma contundente este "inicio de actividades", mas (ooooooh) resulta que todas las fotos que encontré excedían los 20KB que me permiten pegar aquí. Al final he cortado una a la altura del cuello para que los que no conocieran a la Rigg comprueben que, no sólo tenía un cuerpo de infarto, sino que también era insoportablemente guapa. Ah, y el capítulo en cuestión lo escribió Clemens "himself" y es pura diversión e ingenio de principio a fin, picorcillos aparte.

Bueno, y con esto queda inaugurado "Un toque de azufre", mi bitácora, "blog", diario o como querais llamarlo. Aquí perderé a apritr de ahora entre treinta y sesenta minutos al día mirándome el ombligo y, quien sabe si logrando entretener a alguien. Ya ireis viendo cómo las gasto...

¡Hala pues!

Ah, como compensación por no haber mostrado a la Rigg de escote para abajo, aquí os dejo un link que a lo mejor os hace gracia: skintwo

Se trata de una revistita sobre fetichismo. Ya sabeis latex, PVC, cuero, tacones... todo en plan buen rollo.

Nos vemos.