Anna Citelli y Raoul Bretzel son los artistas responsables del proyecto
Capsula Mundi, con el cual se proponen revolucionar estética y conceptualmente la sepultura moderna, convirtiendo los cementerios del futuro en hermosos jardines naturales. La idea consiste en introducir el cuerpo del fallecido, en posición fetal (por lo del ciclo de la vida, el eterno retorno y bla, bla, bla), dentro de una carcasa de forma de huevo (seguimos con las simbologías), fabricada con materiales por completo biodegradables. Dicho "ataúd ecológico" será enterrado junto con las semillas de un árbol (a elección de fallecido, quiero suponer), el cual irá naciendo y echando raíces a medida que el cadáver, ahí abajo, se vaya descomponiendo, abonando así la nueva vida vegetal. Yo, que soy lo menos "new age" del mundo, debo reconocer que la idea tiene su punto. Irrealizable (por espacio necesario) pero bonita.
3 comentarios
Jesús Cuadrado -
Cuando UCD, ¿le suena?, el buen hombre hizo plantar un árbol por cada niño nacido y con su nombre en mosaico.
La práctica totalidad de los árboles fallecieron por falta de riego; los mosaicos se borraron.
Siempre me pregunté cómo es que los padres jamás se ocuparon del "gemelo" de sus niños.
La única idea brillante que hubo desde la Transición hasta acá, ¿no?
(No recuerdo el nombre del alcalde; fue, también, ministro de industria y, como era millonario, coleccionaba arte en un sótano de su chalet... Murió de cáncer).
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Trashi -
miguel angel b. -
Y entrar en la...dimensión desconocida...en posición fetal me parece de un simbolismo cargado de inteligencia y sensibilidad. También cabe recordar que dicha posición es frecuente en tumbas antiguas, prehistoricas y tal-no me pidan datos, no soy sino un simple aficionado a la cosa antropológica.
En onda friki...leyendo la noticia me he encontrado pensando en "La cosa del pantano" versión Alan Moore. A saber por qué...