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La sonrisa deslizante

La sonrisa deslizante Me enamoro fácilmente de las patinadoras sobre hielo. ¿Me pasa sólo a mí? ¿Soy raro? ¿Eh? Me da igual… Quién no sienta pellizcos en el corazón viendo cómo se deslizan y vuelan ángeles como Michelle Kwan, Sasha Cohen o Shizuka Arakawa es que tiene el alma calcificada. Punto.

Aquí tenéis a uno de mis mayores amores, la muñeca rusa, Elena Sokolova, la patinadora que más lesiones graves y accidentes fuera del hielo ha sufrido y la que jamás veréis competir sin una sonrisa en los labios. Puede que todavía no le haya llegado la hora de subir a lo alto del podium (hasta la fecha sólo tiene platas en los campeonatos europeos y mundiales), pero el cielo ya se lo tiene ganado. Por su perseverancia, por su dulzura y por llevarnos siempre al borde del síndrome de Stendhal cuando flota sobre la superficie blanca. Suspiro.

6 comentarios

Trashi -

Maria Sharapova se llama.

Sharapova... ¡hala, corriendo al Google Imágenes!

Trashi -

Vale, brigadistas... tengo una hija. Tienen razón... Y también una iguana de mascota.

(mejor darles la razón)

brigada de la braga -

No trate de engañarnos.

Paco -

Pues a mí me pasa con algunas tenistas. Ya puedes preparar un post sobre la Kournikova, o la otra chiquita nueva rusa...

Trashi -

Lo que tengo es un hijo, no una hija.

Infórmense mejor, desembragados.

brigada de la braga -

Oiga usted, Trashporras, déjese de marranadas, por favor. ¿Qué ejemplo le está dando a su hija? Yo de su mujer le cortaba los cojones... Salido.