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Sketches cómicos

La cuarta ley de Mendel

Estoy muy mucho cansadisísimo (ñec) pero me ha parecido imprescindible hacer un alto aquí para daros una noticia trascendental: La aberración musical

Velázquez según Hasselhoff

Velázquez según Hasselhoff Hace un par de años pensé una minisección de humor para "Paramount Comedy" que consistía en ver a David Hasselhoff (sí, él) recorriendo el Museo del Prado y comentando las obras de distintos maestros de la pintura. En principio, Hasselhoff iba a ser interpretado por Joaquín Reyes con su tronchante acento albaceteño. Sólo llegué a escribir esta primera entrega, ya que la idea no salió adelante. Me hubiera gustado imaginar las impresiones de Hasselhoff respecto a las gordas de Rubens o los sonrosados críos en cueros tirados en la playa de Sorolla. Pero, en fin, qué se le va a hacer...

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LOS MAESTROS Y SUS LIENZOS

HOY: VELAZQUEZ

EXT. PUERTA DEL MUSEO DEL PRADO - DÍA

David Hasselhoff está frente al Museo del Prado, hablando a cámara.

HASSELHOFF: Hola, soy David Hasselhoff y... nada, que resulta que los amigos de "Paramount Comedy" me llevaban insistiendo una temporada: "David, pásate por aquí, hazte una visita, hombre...". Y yo: "Pero si por mí encantado, no veis que desde que me quité el muerto de "Los vigilantes de la playa" tengo tiempo libre p’aburrir, que estoy todo el día na más que... dándole al cimbel... (se ríe), cuando querais tomamos un vermú". Total, que me llaman ayer: "David, píllate un vuelo que tenemos un nuevo programa y queremos que lo presentes tú". "Cojonudo, ¿y de qué va?". "De grandes pintores, David, de grandes pintores...". (silencio, cara de escepticismo) "Hombre, os advierto que a mí ese tema me pilla un poco retirao...". Y ellos: "Pues mejor porque se trata de dar una visión sencilla de las obras maestras... algo para el gran público". (cara de meditar la propuesta) "¡Venga, va, me tiro a la piscina! Pero me pagais las dietas, ¿verdad?"

CORTE A:

INT. MUSEO DEL PRADO - DÍA

Ahora David está dentro del museo, frente a "Las Meninas", mirando el cuadro. Se vuelve hacia nosotros.

HASSELHOFF: Que quereis que os diga... sí, mucha fama, pero luego lo ves de cerca y tampoco es para tanto, eh... y ojo, que tampoco le quito el mérito... pero, en el fondo... ¿esto no es como un posado del "Hola" con, yo qué sé, la familia de la Pantoja? Eso sí, grande el cuadro es un rato... vamos que el pintor no se lo ventiló en una tarde precisamente... y botes de pintura gastó... ufff... los que quiso y le dejaron, eh... aunque dudo que los pagara él... Y es que por entonces estos artistas famosos tenían "sponsors", como ahora los deportistas con las zapatillas, que les dan un dinero por salir con la marca a la vista y, hala, todo el calzado que quieran gratis... eso se lo he visto yo, sin ir más lejos, a Perico Delgado, por ejemplo. Bueno, que me voy del tema: pues por entonces con los pintores pasaba algo parecido sólo que lo llamaban "maicenas". Un rico te decía: "Tú, Velazquez o Goya o cómo coño te llames, que me dicen mis ojeadores que progresas muy bien y, en dos añitos, vas a dar la campanada en Europa. Me interesa patrocinarte. Tú te plantas el escudo de mi linaje en tu pecho (señala el pecho de velazquez en el cuadro) y yo te pago todos los "titanlux" que necesites. Además, tendrás comidas gratis en palacio, viajes con descuentos en mis carromatos y todo el rapé que puedas estornudar. Ahora eso sí, me tienes que retratar a toda la familia, eh... que yo de eso luego paso las facturas a la Corte y me desgravan como gastos de representación. ¡Ah, pero no te agobies que tampoco te pido que me los saques guapos, eh! Que después de todo son Borbones y ya se sabe: el que sale par... bien, pero el que sale impar..."

CORTE A:

INT. MUSEO DEL PRADO - DÍA

Ahora David está frente a "La rendición de Breda".

HASSELHOFF (admirado): Hombreeeee... este ya es otra cosa... Y es del mismo pintor, no creais. Pero vaya diferencia, salta a la vista. No es lo mismo un perro y cuatro enanas que esto... ¡El cuadro de las lanzas! (se queda pensando) Je, je, je... para cuadro de las lanzas el que dábamos mis compañeros de la tele y yo cuando pasaba por delante Pamela Anderson... (abstraído, evocador) Ay, qué tiempos...

Vuelve a mirar al cuadro, ahora con desinterés.

Efecto de sonido de TRIPAS CRUJIENDO.

Se mira el estómago y se pasa la mano.

Se dirige a la gente fuera de campo.

HASSELHOFF: Oye, ¿paramos pa comer o algo? Que estoy nada más que con el café y las galletitas del avión... Si eso ya seguimos por la tarde. Porque faltan un puñao de cuadros todavía, ¿no? Ese del crío en el caballo gordo, el de las marujas cosiendo... ufff... aquí tres horitas más no nos las quita nadie...

David sale de campo, pasando frente a la cámara.

HASSELHOFF (hastiado): Tanto cuadro tanto cuadro... Oye, ¿y si comento los lienzos cantanto? Porque sabéis que lo mío es cantar...

FIN

El protegío

El protegío Aquí tenéis otro "sketch" inédito para "La Hora Chanante" de Paramount Comedy. Tampoco llegó a grabarse.

En momentos como éste, en que atravieso ciertos problemillas de salud, me doy cuenta al releerlo que no sólo estaban presentes la habitual tendencia a hacer bromas con los tópicos superheróicos y un cierto homenaje a la peli de Shyamalan, sino también una cierta catarsis respecto a mi proverbial fragilidad inmunológica. Os dejo que tengo que toser un rato...

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EL PROTEGÍO

INT. TIENDA DE COMICS - DÍA

Un CLIENTE de apariencia anodina, calvo, deja sobre la mesa del DEPENDIENTE todo un taco de comics de superhéroes. El Dependiente es el típico friki de camiseta negra con un personaje de comic, gafotas y acné.

CLIENTE: Cóbreme esta bazofia, ande...

DEPENDIENTE: Oiga más respeto que esto es arte.

CLIENTE: ¿Arte? (coge un tebeo de Superman) Un tío que se pone gafas y espera que nadie le conozca? (coge uno de Spiderman) Otro que se columpia con telarañas. (y otro de Daredevil) Y esto ya es lo más: ¡un ciego saltimbaqui! (hace una pedorreta) ¿Esto arte? ¡Esto es para atontaos!

DEPENDIENTE (molesto): Y si no le gustan, ¿pa qué se los lleva?

CLIENTE: Bueno... verá, es que yo... (con timidez) ... tengo poderes.

DEPENDIENTE: Sí, claro...

CLIENTE: ¿Y porqué qué iba yo a mentirle?

DEPENDIENTE: También es verdad. Fardón no se le ve.

CLIENTE: El caso es que quería hacerme superhéroe y necesito documentación.

DEPENDIENTE: Hombre, si quiere yo le puedo orientar algo, así de entrada...

CLIENTE: Ah, pues muy agradecido... Yo había pensado en un traje discreto. Es que trabajo en un banco y vaya cante si salgo en las noticias vestido de verde pistacho...

FLASH BREVÍSIMO (acompañado de Zoom y golpe de música): Vemos al Cliente vestido con un ridículo traje verde de superhéroe. Su pinta es inefable, claro. Esmirriado y con tripita (referente: la teleserie de “Batman” de los años 60).

DEPENDIENTE: O.K. Nada de colorines entonces. Un héroe oscuro, eso está bien... Lo mejor va a ser látex negro y gris.

NUEVO FLASH: De nuevo le vemos disfrazado, pero esta vez el traje es de latex y, además de quedarle fatal, tiene más pinta de pervertido de “sex shop” que de superhéroe.

CLIENTE: Ufff... es que el látex me da alergia.

DEPENDIENTE: Pues cuero.

NUEVO FLASH: Esta vez parece un motero macarra, aunque el resultado es igualmente patético, dado su físico blandengue.

CLIENTE: Ah, no... Que soy padre de familia.

DEPENDIENTE: Pues sí que somos tiquismiquis... (suspira, meditando) Oiga, ¿y usted qué poderes tiene?

CLIENTE: Básicamente... que soy indestructible.

DEPENDIENTE: ¿Cómo de indestructible?

CLIENTE: Del todo, del todo... Fíjese que jamás he pillado ni un mal resfriado.

El Dependiente le mira, no muy impresionado.

CLIENTE: Lo que oye. Si hasta salgo de casa con el pelo mojado. ¡Y hay noches que mi mujer arrastra toda la manta y duermo desarropado...

DEPENDIENTE: Ya, Superman también va de muy machito, pero le sacas la kryptonita y se orina encima.

CLIENTE: Ahora que lo dice, los pimientos morrones me dan unas digestiones regulares.

DEPENDIENTE: Bueno, ¿y qué cosas hace con sus poderes?

CLIENTE: No sé... levantar coches, romper paredes...

DEPENDIENTE: ¿Y volar?

CLIENTE: Uy, ya quisiera...

DEPENDIENTE: ¿Lanza rayos?

CLIENTE: Que yo sepa...

DEPENDIENTE: ¿Dominio del fuego?

CLIENTE: Hombre, de chaval se me daba bien lo de ponerme una cerilla en el culo, tirarme un cuesco y... ¡Rrrrras! Pero más allá de eso...

DEPENDIENTE: ¿Magia? ¿Supervelocidad? ¿Invisibilidad?

El Cliente niega la cabeza a todas esas preguntas.

DEPENDIENTE (suspira): Pocas salidas le veo, eh... Usted es el típico fortachón sin carisma. Y esos rara vez triunfan en solitario...

CLIENTE (decepcionado): ¿No?

DEPENDIENTE: Le diría que se buscase tres o cuatro colegas con poderes variados y que montasen un grupo. ¿Ha visto la película “X-Men”?

CLIENTE: A lo mejor codificada en el Plus, pero como con las rayas no se leen los títulos...

DEPENDIENTE: No, hombre, que la X no es de eso... (resopla) Bueno, el caso es que no le veo haciendo carrera solo...

CLIENTE (decepcionado): Es que, mire, yo esto sólo lo hago por mi chico, que lleva un montón dándome la matraca: "Pápa, hazte superhéroe... venga que te cuesta, ya que tienes poderes. ¡Y lo que iba yo a fardar en el recreo!". Hasta que un día me hartó y le dije: "Anda, tú aprueba todas y ya veremos". ¡Oiga y que ha sacado todo notables!

DEPENDIENTE: Vamos que no era tonto sino que no se esforzaba.

CLIENTE: Exacto... Y aquí me tiene.

DEPENDIENTE: Pues si espera que el muchacho farde de padre... (mirándole de arriba abajo, escéptico) ... con ese cuerpo natilla...

CLIENTE: ¿Tan mal me ve?

DEPENDIENTE: Es que usted será fuertote, sí, pero con un traje ceñido va a ser la risión.

CLIENTE: Con la ilusión que tenía el muchacho.

Se da la vuelta y camina cabizbajo hacia la salida.

CLIENTE: ¿Y si le compro la Play 2?

DEPENDIENTE: Hombre, ese también es muy buen regalo. Además, entre ver al tirillas de tu padre marcando paquete en mallas y la Play... no hay color, eh.

CLIENTE: ¡Pues no se hable más! Adios y gracias.

Se dirige a la puerta, ahora más animado.

DEPENDIENTE: De nada, hombre. Y cuidado con la puer...

El Cliente sale y cierra con una energía tal que...

... TIEMBLA TODO EL ESTABLECIMIENTO.

DEPENDIENTE: Desde luego... Dios le da pañuelos a quien no tiene mocos.

FIN

Una de romanos

Una de romanos El "sketch" que incluyo a continuación no estaba pensado para "La Hora Chanante" sino para otro programa del canal Paramount Comedy que jamás llegó a nacer. Su nombre era "Programa TV" (así, con un par) y sólo se realizó un piloto, jamás emitido.

Siempre me encantaron las demencias histórico-gamberras del "Monty Python Flying Circus" y este "sketch" pretendía ir en esa línea. A ver si os reís un poquillo...

EXT. JARDÍN ROMANO – DÍA

Un PERIODISTA ROMANO, con un bloc de notas en el regazo.

PERIODISTA (intimidado): Ave César... es un honor que me haya
concedido esta entrevista...

Ahora vemos a su derecha, tumbado en un reclinatorio, a CALÍGULA... quien resulta ser un tipo con la típica corona de laurel sobre la cabeza, pero también con multitud de detalles estéticos que no encajan ni con la época ni con lo que sabemos del personaje. Para empezar lleva el pelo a lo “rasta”, una chapa de Bob Marley en la túnica y muestra la piel excesivamente bronceada, así como una nariz tan gruesa como si fuera de raza negra.

CALÍGULA (en tono coleguil): Paz broder.

PERIODISTA: Por cierto, ¿le llamo César o Caesar?

CALÍGULA (comienza a liarse un porrito): César, César... Caesar es la ensalada, hombre... pero tú llámame Calígula, como cualquier hermano de la calle...

PERIODISTA: Emperador, usted sabe que en mi revista las entrevistas son imparciales, punzantes...

CALÍGULA (ofreciéndole el porro): OK, blanquito... anda, pilla...

PERIODISTA (carraspea, rechazando el porro): Eh, no... gracias... Veamos, usted está siendo un emperador muy polémico...

CALÍGULA: Mira, aunque circulen rollos chungos sobre mí... yo soy un negrata legal.

PERIODISTA: Lo de su caballo fue muy sonado...

CALÍGULA: Habrá que designar a los más apropiados para cada cargo, ¿no?

PERIODISTA: Ya, bueno, pero un caballo...

CALÍGULA (rebotándose): ¡Incitatus tiene más cabeza que muchas
personas! Además, ¿acaso saben los que tanto me critican de qué cuerpo le he nombrado general, eh? ¡Caballería! ¡Para que luego digan que estoy loco...

Llega un Soldado y se dirige a Calígula.

SOLDADO: Neroncito ha incendiado un establo.

CALÍGULA: ¡Motherfucker! Dile que como vaya le troncho el arpa en la cabeza. (al Periodista) Perdona, pero al gordo éste le ha dado por jugar con fuego y un día la va armar...

PERIODISTA: Otro tema espinoso es... su cambio físico.

CALÍGULA: ¿Qué pasa? Todos cambiamos con la edad.

PERIODISTA: Sí, pero es ahora... parece negro.

CALÍGULA: ¡Afroamericano! Además, este color lo tengo desde que me di un rulo por el Solarium de Pompeya, agarré el bronceado y, oye, que no se me ido desde entonces...

PERIODISTA: Hay quien dice que se ha operado la nariz.

CALÍGULA: Pues yo les digo: ¡Besad mi culo negro! La tengo así porque me picó una avispa, you known?

PERIODISTA: ¿Y qué hay de los rumores de que se casó con su hermana... la dejo embarazada y... ejem... luego se comió al niño?

CALÍGULA: ¡Basura sensacionalista! (da dos palmadas) ¡Drusila ven!

Aparece una chica morena, temblando, con cara de susto.

CALÍGULA: Lo ve? Mi hermana Drusila. ¡Vivita!

PERIODISTA (a Drusila): Encantado...

Ella responde con unos mugidos, incapaz de hablar.

PERIODISTA: ¿Qué le pasa en la lengua?

CALÍGULA: ¡Nada! (mira con complicidad al Soldado) ¿Verdad Lépido que no le pasa nada... “en la lengua”?

SOLDADO: “Not... anymore”.

Ambos se descojonan como si se tratara de una broma privada.

CALÍGULA: Goodbye, Drusila...

Drusila se retira, bajo la desconfiada mirada del Periodista.

PERIODISTA: ¿Y lo de su hijo?

CALÍGULA: ¡Fuck you, man! ¿Quieres ver a mi hijo? ¿Eh? ¿Para convencerte de que no desayuno críos? (al Soldado) ¡Trae al mozo, anda!

El Soldado se va.

PERIODISTA: Ca... cambiando de tema: Sófocles se queja de ha destrozado su última obra.

CALÍGULA: ¡Exagerao! Si sólo he metido ritmillo, unas bases... así las rimas entran mejor.

Vuelve el Soldado empujando a un muchacho en taparrabos y empapado.

CALÍGULA: Aquí esta mi “boy”.

PERIODISTA: ¿Por qué está mojado?

CALÍGULA: Es que estaba en clase de natación.

El presentador se fija en que el chico tiene algo encima de la cabeza y los hombros, algo verde.

PERIODISTA: ¿Y eso qué es? ¿Lechuga?

CALÍGULA (al chico): ¡Anda y vete a estudiar!

El soldado se lo lleva a empellones.

CALÍGULA: ¿Ve como no me lo he comido? (cambiando de actitud) ¡Bueno se acabó la entrevista! Que me esperan para la ejecución de un senador disidente...

Irrumpe un Cocinero (delantal blanco, gorro...), acalorado.

COCINERO: ¡César, se ha escapado la cena! ¡Lo deje ablandándose en la olla con la sopa y...

Calígula le hace gestos al cocinero para que disimule, ya que el periodista está mirando, alucinado.

CALÍGULA (al Periodista, improvisando): Es... el monitor de natación.

PERIODISTA: Sí, sí... claro, que lo es... Júpiter me libre de creer otra cosa... (se gira para irse) Bu... bueno, yo ya me voy, eh...

Calígula le hace un gesto a Lépido pasándose un dedo por el cuello, refiriéndose al periodista.

CALÍGULA: Lépido acompáñalo...

LÉPIDO: Fijo.

PERIODISTA (acojonao): No, si ya encuentro yo solo la salida...

CALÍGULA: Deja, a ver si te vas a perder en el laberinto... que luego no hay quien encuentre el cuerpo y huele fatal...

Lépido avanza hacia el Periodista, pero éste arranca a correr.

PERIODISTA: ¡Es que tengo prisa! ¡Salud!

CALÍGULA: Pero, ¿dónde vas? ¿Quo vadis, broder? ¿Quo vadis?

Hace un gesto a Lépido y éste saca la espada y sale corriendo.

CALÍGULA (para sí): Ay... estos blanquitos preguntones...

FIN

Al filo de la noticia

Al filo de la noticia David Muñoz y yo formamos parte del equipo de La Hora Chanante, el programa de "sketches" de Paramount Comedy. Allí escribimos, realizamos y nos tomamos Fantas con su director y actor principal Joaquín Reyes.

Como es habitual en este tipo de procesos no todo lo que se escribe se graba, ni todo lo que se graba se emite. A veces quedan "sketches" inéditos por diversas razones. Hubo uno que escribí hace meses y que, por desgracia, acabó fuera del programa. A mí me hace gracia y me da pena que se pudra en el disco duro, de modo que aquí lo dejo, por si alguien le pilla el punto y hasta se ríe con él.

Se titula...

AL FILO DE LA NOTICIA

ABRE A:

PRIMER PLANO DE UNA PUERTA.

En ella se ve un cartel en el que pone: “J.J. JAMESON: DIRECTOR”

JAMESON (off): ¡Despedidoooooooo!

INT. DESPACHO DIRECTOR DE PERIÓDICO – DÍA

J.J. JAMESON (cabeza cuadrada, mostacho, puro mordido en la boca) le echa un broncazo a PETER PARKER (poquita cosa, peinado a raya, aire de panoli, hematomas en la cara).

JAMESON: ¡Te lo advertí, Parker! ¡Una foto más del payaso de las telarañas...

Arroja sobre la mesa una carpetilla llena de fotos de Spiderman.

JAMESON (cont.): ... y te ibas a la calle!

PETER PARKER (modosito): Pero señor Jameson, si es una exclusiva... Y a la gente le interesa Spiderman.

JAMESON: ¡Eso era al principio! Ahora está más quemao que la antorcha humana...

PETER PARKER: Pero si libera rehenes, atrapa ladrones...

JAMESON: ¡Bah, igual que cualquier poli! Y pasada la novedad, ¿qué interés tiene ver a un nota por los tejados brincando en mallas? (señala una de las fotos) ¡Que encima le quedan de pena!

Vemos mejor las fotos: no son del heroe de la peli, sino del propio actor disfrazado y haciendo poses patéticas.

PETER PARKER (decepcionado): ¿Ah, sí? ¿Le quedan mal?

JAMESON: Pues como si te las pusieras tú mismo, con ese cuerpo yogur: ¡fatal!

PARKER: No me despida, porfa... que tengo que pagar la operación de mi tía...

JAMESON: ¡Joder con la vieja! Se pasa la vida en el quirófano. (suspira)
¡Chaval, estás añusgao de vivir tantos años con ese fósil! ¡Sangre de horchata!

PETER PARKER (haciendo mohines, a punto de llorar): No diga eso de tía May...

JAMESON (lo mira con pena y resopla): Mira, te voy a dar una última oportunidad.

PETER PARKER (se levanta y le extiende la mano): Gracias, gracias...

JAMESON: Déjate de mano... que siempre las tienes pegajosas. (descuelga el teléfono) Y bórrate de ese club de la lucha, anda, que un día te desgracian...

PETER PARKER (llevándose la mano al hematoma del pómulo): No, pero si yo no... esto no es por...

JAMESON (habla por el interfono): ¡Betty! Anota que Parker cambia de sección. Pasa de Sucesos a Sociedad. (tapa el auricular y se dirige a Parker, con complicidad)¡Ya verás como esas pelanduscas del Corazón te espabilan rápido!

PETER PARKER (cara de asquito): Uy, pero es que a mí ese ambiente...

JAMESON (estalla, colgando el teléfono enérgicamente): ¡Quéééé! ¿Encima con quejas, señoritingo? ¡Ahora sí que vas al paro!

PETER PARKER: ¡No... no me despida, porfa!

Parker se levanta y corre hacia la puerta, acojonao al ver a Jameson amenazarle con una estatuilla que estaba sobre su mesa.

JAMESON: ¡¡¡Vete a cagar a la vía!!!

Parker sale dando un portazo. Jameson aprieta el intercomunicador.

JAMESON: ¡Que pase el extranjero! (para sí) Que a ese también le voy a dar lo suyo...

Se abre la puerta y entra... TINTÍN (rubito, flequillo de punta, imberbe, jersey celeste, pantalones bombachos y maneras de pijín algo repelente). Lleva una maleta antigua, llena de etiquetas de los países que ha visitado.

TINTÍN: (voz aflautada, acento francés): Bon soir, monsieur...

JAMESON: ¡Eh, a mí háblame en cristiano!

TINTÍN (sentándose y dejando la maleta en el suelo): Y bien... ¿que me quegía decig?

JAMESON: Pues que tenerte de corresponsal es como tener un tío en Alcalá...

TINTÍN: Me temo no compgrendo, mon amie.

JAMESON: Verás, tú siempre andas... que si hoy el Congo, mañana el Tibet, pasado Perú... ¡bueno pues todavía estoy esperando que mandes algún reportaje!

TINTÍN: Es que no sé cómo lo hago pego siempgre me mezclo en “affaires” incgreibles y...

JAMESON (interrumpe) : Ya, ya... y acabas derrocando a algún tirano o encarcelando a unos traficantes...

TINTÍN: ¡O descubgriendo un tesogo! Que yo no sé que tengo con los tesogos...

JAMESON: ¡Y una mierda! ¡Estoy hasta aquí de tanta “trola”! ¡Que no me trago eso de tus... (gesto de “comillas” con los dedos)... “aventuras”.

TINTÍN: ¡Mon die! ¿Y pog qué iba yo a mentig? Pero si sólo pgretendo que geine la justicia allí donde voy.

JAMESON: ¡Cojonudo! ¡Pero desde ahora los viajes te los pagas tú! Además, muchos te los inventas, fijo. Por ejemplo... (saca unos papeles y los ojea)
Tren hasta Syldavia: 500 euros. (deja el papel) ¿Qué país es ese? ¡En mi puta vida lo he oído!

TINTÍN (condescendiente): Es que ustedes los ameguicanos desconocen tanto de la vieja Eugopa...

JAMESON: Oye, franchute, a mí no me vaciles que te quemo el tupé con el puro.

TINTÍN: No soy fgrancés sino belga.

JAMESON: ¡Acelga! ¡Eso es lo que eres! ¿Tú tienes idea de lo que pasaste en dietas el mes pasado? (agita los papeles, cabreadísimo)¡Y hasta metes la comida del chucho!

TINTÍN: Es que yo sin Milú no puedo viajar. Los hoteles de noche son tan solitarios...

JAMESON: Yo a ti te tengo calao... Vas de primavera pero menudo vivales.

Tintín, ajeno a los insultos, abre la maleta y saca una pequeña caja de madera labrada.

TINTÍN: Me pegmití traegle un “petit souvenir”.

JAMESON: ¿Más regalitos? Pero si sabes que me la sudan las antiguedades. Además, ya ni me caben...

Señala a un lado del despacho y por primera vez vemos una repisa llena de objetos reconocibles de las aventuras de Tintín: el cetro de Ottokar, un tótem africano, una mascara andina, etc)

TINTÍN (abriendo la caja, enigmático): Ya vegá como esto no le deja... indiferente.

De la caja sale un resplandor verdoso, que inunda el despacho.

De pronto, la escena adopta un aire de misterio.

Jameson, cuyo rostro se ve bañado por la luz procedente de la caja, adopta una expresión atónita, como si la fuente de los rayos fuera algo inaudito. (No vemos el interior de la caja)

JAMESON: ¡Coño!

De pronto, su expresión cambia y... sonríe de oreja a oreja.

JAMESON (cont.): ¡Coooooooomo mola!

Ahora vemos el interior de la caja, que está forrado de terciopelo morado. Dentro hay una roca verde, de la cual emana el resplandor que llena la sala.

TINTÍN: Es un pedazo de meteorito caído en el Ártico. Lo encontré en mi último viaje y pensé: ¡para monsieur Yamesón!

JAMESON (cogiendo la caja, satisfecho): Pues esta vez acertaste, pimpollo. Los minerales me pirran... Hasta me hice toda la colección de pedruscos que regalamos fascículos este verano.

TINTÍN: Me honga que le agrgade mi prgresente...

Le extiende la hoja de gastos.

JAMESON (mientras firma): Anda, tunante... Que no sé como lo haces, pero siempre me acabas convenciendo.

TINTÍN (levantándose): “Mercy beaucup”.

JAMESON (sin dejar de mirar, emocionado, la roca): Anda, dile al siguiente que pase.

Tintín sale y...

INT. PASILLO – DÍA

... en cuanto cierra la puerta cambia radicalmente de actitud. Tose sonoramente y se saca un paquete de tabaco y un mechero. De repente, parece otra persona, más viril.

A su lado pasa CLARK KENT (traje azul, gafas redondas, gomina en el pelo). Tintín llama su atención chasqueando los dedos en plan chulesco.

TINTÍN (su voz deja de ser aflautada): Chsss, chssss... ¡eh, Madelman!

Kent se gira. Tintín, fumando con maneras de chulo, le señala la puerta del despacho, dando a entender que el jefe le requiere.

Kent se pone tenso. Se estira el traje y se dirige al despacho.

Mientras, Tintín se acerca, con actitud de rompecorazones, a una chica que está en una mesa. Encima vemos un rótulo con su nombre: LOIS LANE. Sobre la mesa también destaca una foto de ella con... Superman (es Kent pero sin las gafas y con el traje de superhéroe), en actitud de turista, con las cataratas del Niágara detrás.

TINTÍN: Olvida al flojo de tu novio, “cherie”... Y vente conmigo esta noche.

Lois levanta una ceja, con escepticismo.

INT. DESPACHO DIRECTOR DE PERIÓDICO – DÍA

Clark Kent entra en el despacho.

JAMESON : Mire Kent, mire que pedrolo...

Jameson comienza a abrir la caja y sale el resplandor verde.

CLARK KENT (alarmado): ¡Oh, no! ¡Pero... esa roca es...!

INT. PASILLO – DÍA

Tintín y Lois se giran al oir el grito de dolor de Clark procedente del despacho.

CLARK KENT (off): ¡Aaaaaaaaaaaaaaaagh!

Suena un golpe seco, como si cayera un cuerpo al suelo.

Lois se queda con la boca abierta, horrorizada... pero pronto cambia de expresión, pragmática, como si asumiera la tragedia y vuelve a mirar a Tintín, de arriba abajo, ahora más interesada.

LOIS: ¿Qué me decías de esta noche?

FIN