Relájate y mira aquí fijamente...
Cuando éramos niños casi el único superpoder creíble que nos parecía poder llegar a desarrollar algún día, a fuerza de estudio y concentración, era el hipnotismo. La atracción hacia esta forma de manipulación tiene desde luego mucho de infantil y, cómo no, de regusto dictatorial. El marionetismo absoluto, la invasión psíquica, el juego con la mente (y a continuación, invariablemente, la anatomía) ajena. Todos quisiéramos hacer con los demás lo que nos diera en gana (sí, hasta vosotros, bienpensantes), culo veo, culo quiero, y si lo quieres, lo tienes... Ya me entendéis.
En HypnosisinMedia hay mil y una imágenes que ilustran cómo la fascinación por la hipnosis ha dejado su impronta en la publicidad, el comic, el cine, la televisión, etc. Una compilación gargantuesca que conviene digerir de forma paulatina, no sea que nos empiecen a girar los ojos, se nos vaya la pinza y acabemos haciendo cosas raras en público (como, sin ir más lejos, justificar a toda costa los diálogos más risibles de "La misión de los Sith"; esos que tanta verguencita dan, sí, pese a ser muchos menos, lo reconozco, que las dos veces anteriores).
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