La ciencia ficción de luto
Ayer murió Frank Kelly Freas, ilustrador cuyo nombre apenas sonará a un puñado de aficionados a la ciencia ficción, pero cuyas imágenes han salpicado, durante varias décadas, algunos de los más importantes hitos literarios del género. Nació en 1922 en Nueva York, Freas comenzó su carrera como dibujante en 1950 cuando, animado por un amigo, decidió enviar a la revista "Weird Tales" alguno de sus trabajos de clase en la escuela de arte. Cuando le compraron una de dichas ilustraciones Freas optó por dedicarse de lleno a dicho campo, en donde destacaría por su colaboración con el legendario John W. Campbell. Sus portadas y dibujos en blanco y negro decoraron revistas como "Astounding", "Planet Stories" o "Analog" desde 1953 hasta el 2001, mas de 48 años de dedicación que le convierten en uno de los artistas cuya impronta ha marcado más decisivamente la evolución visual del género. También realizó ilustraciones para el programa espacial de la NASA y la revista MAD.
Con veinte nominaciones al Hugo, y ganador del premio nada menos que en diez ocasiones (cinco de ellos en años consecutivos, de 1972 a 1976), Freas, pese a no estar objetivamente entre los mejores artistas que se han dedicado a la ciencia ficción, sí que merece ser considerado quizá como el más influyente a nivel iconográfico.
A mí jamás se me borrará de la memoria su inolvidable portada para la primera edición de "Marciano vete a casa" de Fredic Brown, aquel subyugante robot afligido sosteniendo delicadamente un cadáver humano, o el candor "pulp" de tantísimas ilustraciones mil veces fagocitadas y plagiadas a lo largo de varias décadas. Eso es dejar huella al marcharte, y lo demás son tonterías.
Con veinte nominaciones al Hugo, y ganador del premio nada menos que en diez ocasiones (cinco de ellos en años consecutivos, de 1972 a 1976), Freas, pese a no estar objetivamente entre los mejores artistas que se han dedicado a la ciencia ficción, sí que merece ser considerado quizá como el más influyente a nivel iconográfico.
A mí jamás se me borrará de la memoria su inolvidable portada para la primera edición de "Marciano vete a casa" de Fredic Brown, aquel subyugante robot afligido sosteniendo delicadamente un cadáver humano, o el candor "pulp" de tantísimas ilustraciones mil veces fagocitadas y plagiadas a lo largo de varias décadas. Eso es dejar huella al marcharte, y lo demás son tonterías.
2 comentarios
Trashi -
La-Ruina-de-la-Familia -
Por cierto,y ya sé que no viene a cuento del post,¿quién es el autor del scketch de El Gañán? Es que vi ayer LHC y se me saltaban las lágrimas con ese momento de pura inspiración Lebowskiana.Hacía tiempo que no me reía tanto.
Feliz año nuevo.