El cascanueces (en sentido literal)
Más novedades increíbles procedentes de nuestro país favorito, esa dimensión paralela llamada Japón. Esta vez se trata del... "porno-ballet". Habéis leído bien, sí. Por-no-ba-llet... Falos y tutús, "sur le pointes", "croisée, croisée", "brisés volés" y "cabrioles"... seguidos, de apareamientos estilo perrito, "back doors" y ocasionales manguerazos de nata. Alta cultura y bajos instintos. ¿Quién si no los nipones podían fundir ambos mundos?
La cosa empezó poco a poco, mediante versiones auténticas de célebres montajes clásicos, en donde "ballerinas" y "cavaliers" danzaban con sus envidiables y endurecidas anatomías desprovistas de otro equipamiento que no fueran las zapatillas. Por supuesto, esas primeras grabaciones tuvieron un éxito descomunal en el mercado del DVD. Quien no haya tenido alguna vez fantasías con una bailarina que levante la mano... ¡la mano! Y lo mismo digo para quien siempre dudo sobre la presencia (o ausencia) de relleno en las llamativamente abultadas entrepiernas de ellos. Como resultaba lógico, pronto la idea de unir el refinamiento de la danza y la estimulación erógena fue deslizándose cada vez más hacia donde era de suponer. Y, evidentemente, pronto pasaron, de bailar solamente, a hacer más cositas. Ahora mismo hay varias colecciones de DVDs dedicadas a ofrecer a fetichistas y curiosos la oportunidad de presenciar cómo verdaderos profesionales del ballet conducen el sexo hasta extremos acrobáticos jamás antes inmortalizados por una cámara. Y es que si confiamos en las notas de prensa de dichas películas, las hazañas registradas por estos "bailarines X" resultan dignas de aplaudir... usando las dos manos, claro; cosa que tratándose de "género azul" quizá no sea la reacción más satisfactoria, por cierto.
La cosa empezó poco a poco, mediante versiones auténticas de célebres montajes clásicos, en donde "ballerinas" y "cavaliers" danzaban con sus envidiables y endurecidas anatomías desprovistas de otro equipamiento que no fueran las zapatillas. Por supuesto, esas primeras grabaciones tuvieron un éxito descomunal en el mercado del DVD. Quien no haya tenido alguna vez fantasías con una bailarina que levante la mano... ¡la mano! Y lo mismo digo para quien siempre dudo sobre la presencia (o ausencia) de relleno en las llamativamente abultadas entrepiernas de ellos. Como resultaba lógico, pronto la idea de unir el refinamiento de la danza y la estimulación erógena fue deslizándose cada vez más hacia donde era de suponer. Y, evidentemente, pronto pasaron, de bailar solamente, a hacer más cositas. Ahora mismo hay varias colecciones de DVDs dedicadas a ofrecer a fetichistas y curiosos la oportunidad de presenciar cómo verdaderos profesionales del ballet conducen el sexo hasta extremos acrobáticos jamás antes inmortalizados por una cámara. Y es que si confiamos en las notas de prensa de dichas películas, las hazañas registradas por estos "bailarines X" resultan dignas de aplaudir... usando las dos manos, claro; cosa que tratándose de "género azul" quizá no sea la reacción más satisfactoria, por cierto.
0 comentarios