El monstruo de tiempos remotos
Estoy tristón. Resulta que ayer me puse a revisar unas películas antiguas en VHS para encontrar una que me ha pedido un amigo y descubrí lo que tanto temía desde hace tiempo: muchas de ellas están semipodridas, llenas de "nieve", con fragmentos imposibles ya de ver... Directas a la basura fueron varias. De momento, prefiero renunciar a hacer una inspección más a fondo por las entrañas de mi colección, pero ya estoy preparado para lo peor. Yo que pasé años acumulando cintas, grabando sesiones nocturnas de la tele, completando filmografías... ¿Y ahora, qué?
En fin, el caso es que una de las cintas que, entre sollozos, tiré a la basura contenía una de esas pelis que tenían un "valor sentimental" para mí. Se trataba de "El monstruo de tiempos remotos" (The Beast from 20.000 Fathoms) de Eugène Lourié, una de mis "monster movies" favoritas de todos los tiempos, y, concretamente, la primera peli de este subgénero que vi siendo niño. A falta de videocassette, ahora sólo me queda su recuerdo; eso sí, muy vívido.
La película comienza mostrando como una explosión producida por un experimento en el ártico provoca el deshielo de un gigantesco dinosaurio que permanecía allí congelado desde hacía millones de años. El único que presencia el renacimiento de la criatura es un científico, miembro de la expedición, quien pese a esforzarse por comunicárselo a sus compañeros es ignorado completamente, atribuyéndose su obsesión a trastornos debidos a la prolongada estancia en el Polo. Tras varios intentos fallidos, el científico será creído por un profesor y su bella ayudante, de quien (claro) inmediatamente queda prendado. Mientras ellos hacen lo posible por localizar al enorme saurio, éste llega a Manhattan, sembrando el terror y la destrucción antes de ser exterminado en Coney Island (¡qué escena!).
"El monstruo de tiempos remotos" se rodó en 1953 y fue, de hecho, el primero de los films sobre monstruos antediluvianos de los varios que se estrenaron durante aquella época, marcando claramente la pauta para casi todas las producciones similares que siguieron. Basado en el relato "The Fog Horn" de Ray Bradbury, el film también sirvió de debut tanto para su director, Lourié, como para el legendario animador y técnido de efectos especiales Ray Harryhausen.
A partir de esta película, Lourié (realizador de origen ruso cuya carrera hasta entonces había discurrido en el campo de la dirección artística, siempre en producciones europeas "de prestigio" para cineastas como Renoir u Ophuls), siguió explotando el filón de los bichos enormes, dirigiendo tambien "Behemoth, the Sea Monster" (1958) y "Gorgo" (1961). No obstante, ambos films comenzaron a mostrar el paulatino deterioro de una fórmula cada vez con menor capacidad de sorpresa (al menos en Estados Unidos, ya que en Japón los monstruos gigantes siguieron triunfando durante mucho más tiempo).
Así me siento yo, rodeado de videocassettes polvorientos, como un ser de otro tiempo, un dinosario pendiente de reciclaje...
En fin, el caso es que una de las cintas que, entre sollozos, tiré a la basura contenía una de esas pelis que tenían un "valor sentimental" para mí. Se trataba de "El monstruo de tiempos remotos" (The Beast from 20.000 Fathoms) de Eugène Lourié, una de mis "monster movies" favoritas de todos los tiempos, y, concretamente, la primera peli de este subgénero que vi siendo niño. A falta de videocassette, ahora sólo me queda su recuerdo; eso sí, muy vívido.
La película comienza mostrando como una explosión producida por un experimento en el ártico provoca el deshielo de un gigantesco dinosaurio que permanecía allí congelado desde hacía millones de años. El único que presencia el renacimiento de la criatura es un científico, miembro de la expedición, quien pese a esforzarse por comunicárselo a sus compañeros es ignorado completamente, atribuyéndose su obsesión a trastornos debidos a la prolongada estancia en el Polo. Tras varios intentos fallidos, el científico será creído por un profesor y su bella ayudante, de quien (claro) inmediatamente queda prendado. Mientras ellos hacen lo posible por localizar al enorme saurio, éste llega a Manhattan, sembrando el terror y la destrucción antes de ser exterminado en Coney Island (¡qué escena!).
"El monstruo de tiempos remotos" se rodó en 1953 y fue, de hecho, el primero de los films sobre monstruos antediluvianos de los varios que se estrenaron durante aquella época, marcando claramente la pauta para casi todas las producciones similares que siguieron. Basado en el relato "The Fog Horn" de Ray Bradbury, el film también sirvió de debut tanto para su director, Lourié, como para el legendario animador y técnido de efectos especiales Ray Harryhausen.
A partir de esta película, Lourié (realizador de origen ruso cuya carrera hasta entonces había discurrido en el campo de la dirección artística, siempre en producciones europeas "de prestigio" para cineastas como Renoir u Ophuls), siguió explotando el filón de los bichos enormes, dirigiendo tambien "Behemoth, the Sea Monster" (1958) y "Gorgo" (1961). No obstante, ambos films comenzaron a mostrar el paulatino deterioro de una fórmula cada vez con menor capacidad de sorpresa (al menos en Estados Unidos, ya que en Japón los monstruos gigantes siguieron triunfando durante mucho más tiempo).
Así me siento yo, rodeado de videocassettes polvorientos, como un ser de otro tiempo, un dinosario pendiente de reciclaje...
10 comentarios
Trashi -
CellarDoor -
Jesús Cuadrado -
Por ejemplo, y en mi caso..., empecé a grabar en 1982.
Y están impecables.
Así pues: algo le pasó..., pero no a las cintas en sí mismas.
El asunto estará, más bien, en cómo las archivó. Y si tuvo en cuenta, en primer lugar, los campos magnéticos del alrededor.
Tenga en cuenta que, si así de arriesgado fuera..., todas las telemisoras del mundo habrían fracasado con sus archivos hasta que llegó la digitalización...
------
----
Trashi -
(No me siento tan viejo, je, je... es sólo algo de pose)
miguel angel b. -
Yo, raro que soy, grabo menos de lo que debería porque me gusta la sensación de disfrutar algo y no saber cuando vas a recuperarlo, dejando en medio que crezca o disminuya en la memoria. No obstante también he pasado por la tristeza de la copia envejecida, doble todavía si acabas de pagar por ella, y la rabia y la impotencia cuando ves que la "nieve" se ha apoderado de esas imágenes que tanto querías. Ahora, puestos a la reflexión de consuelo (y maldito consuelo, la verdad)estoy con JIP y con ese ejercicio de memoria que mezcla el producto con las sensaciones que acompañaron a su adquisición/grabación...
Mierda con la etropia, el tempus figit y todo eso.
Y oor cierto Trashi no te exclames acerca de tu edad. Algunos circulábamos por aquí incluso antes del Pleistoceno, manejando pesados magnetóscopios Betamax y tecleando con Olivettis que sonaban como una ametralladora, imagínate.
JIP -
Habrá que empezar a invertir en DVD, al menos hasta que alguna bacteria o similar empiece a comérselos todos... jeje...
un saludo
Trashi -
freddyvoorhees -
Trashi -
No es un problema del reproductor. Las cintas recientes se ven perfectamente. El problema es el deterioro de los videos más antiguos. Es que soy muy viejo, empecé a grabar en el Pleistoceno.
CellarDoor -
P.D: ¿Ha probado a limpiarle los cabezales al reproductor de vhs? si hace mucho que no lo ponía en funcionamiento, es posible que ese fuese el problema. A mi jamás se me ha podrido una videocasete. ¿Las guardaba en el jardín o sobre un armario?.