El empleo del tiempo

Dos individuos, Juan Ignacio y José Angel, repasan sus vidas sentados en un sofá. Al rato descubren que SIEMPRE han estado sentados en un sofá. Van a cumplir los cuarenta. Se acerca la crisis. Pero, ¿qué ocurre si todavía no has pasado la crisis de los veinte? Pues que te has saltado una crisis y, al final, se te acumulan las crisis.
Juan Ignacio, cansado de sofá, decide cambiar de vida. Al día siguiente, madruga y aprovecha el tiempo: se saca el carnet de conducir y echa unos cuantos curriculums, 2000 en total. Incluso le da tiempo a tomarse a tomarse algo en un bar y ligarse a Grace Kelly. Las cosas no pueden ir mejor. Bueno, sí, sale a bucear y se encuentra el Titanic. Enredando entre los restos, da con el Diario de a bordo del fontanero. Al final del día, vende los derechos del Diario a Chuck Norris, que hará de fontanero en la película. ¿Es esto suerte?
José Angel opina que sí. Juan Ignacio se defiende: "Suerte, no. Es todo ponerse, amigo. Desde luego aquí sentado en el sofá no te vas a encontrar el Titanic." Para más INRI, a Juan Ignacio le llaman de la NASA. Además de novia, Grace Kelly, le ha salido curro. José Ángel ve cómo su amigo triunfa en la vida. Aparecen los conflictos. A Juan Ignacio le ponen una calle con su nombre, graba con Bono y Sting un disco con fines humanitarios... Mientras José Angel intenta ligar, infructuosamente, por Internet.

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La obra
La obra se desarrolla en un espacio único, la casa de estos dos individuos, pero tiene apoyos fundamentales que la llenan de vida y acción...

El sonido
El Sonido en OFF se convierte en el tercer personaje de la obra. A lo largo de la función, Juan Ignacio y José Ángel interactúan continuamente con invitados a los que oimos (Grace Kelly, Hitler...), con la televisión (viendo "Ben-Hur" -la versión del director-, por ejemplo, que dura tres días...) o con la vida que observan desde la ventana.

Las proyecciones
En determinados momentos, la obra se apoya en dos proyecciones:

Los pensamientos
A la espalda del sofá, observamos lo que pasa por la cabeza de los protagonistas. Su imaginación es proyectada.

La cocina
La cocina dispone de una ventana translúcida que deja entrever, a modo de sombras chinescas, lo que transcurre en su interior. Esta proyección funciona, principalmente, durante la gran fiesta. Somos testigos de cómo se lo pasan los Kennedy, la reina Isabel, Elvis...

El decorado
corre a cargo de José Luís Arrizabalaga, director artístico de películas como "El día de la bestia", "Torrente" o "El corazón del guerrero", y ganador de un Goya.

Las proyecciones
las realiza Víctor Abundancia, líder del mítico grupo "Los Coyotes", que, actualmente, compagina su labor musical con trabajos de diseño gráfico

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"ésto es lo que le ocurre al 99 por ciento de las personas", ya que estos dos protagonistas "ven pasar sus vidas de manera absurda, sin inicio ni final, sin salida y viendo las sucesivas reposiciones que ofrecen de 'Ben-Hur'". Cuando uno de ellos decide cambiar este ritmo y acaba triunfando llegan las envidias y surgen los conflictos entre ambos.

A este respecto De la Iglesia aseguró que es lo mismo que ocurre en la historia de su generación, en la que están los "perdedores y los superperdedores".

ENTRE LA VANGUARDIA Y EL HUMOR

La función, a medio camino "entre el teatro de vanguardia y el de humor" ofrece al espectador una historia de auténtico teatro, clásica y rigurosa en la que no tiene cabida la improvisación y que nada tiene que ver con los experimentos teatrales .com".

"No queremos hacer un teatro alternativo. Esto es más bien la intención de ser un repugnante teatro comercial, aunque no creo que lo consigamos". De hecho, la intención primera del realizador es "un deseo malsano de enriquecerme, otra cosa es que lo logre", dijo bromeando o quizás en serio.

Lo primero que impulsó a Alex de la Iglesia a embarcarse en este proyecto fue la lectura del guión, una historia que pensó que podría funcionar bien en la escena y que quería experimentar. "Lo mejor de todo y lo que le da sentido es la cualidad que posee el teatro de ser algo directo, que sucede en el momento y que provoca el aplauso del público y eso es muy gratificante", dijo el cineasta seguro de que seguirá este estela.

Para el actor Enrique Martínez el hecho de que la obra surgiese de la pluma de dos guionistas ajenos al mundo teatral, es bueno porque le ofrece a la historia una "gran frescura". "La gente que escribe para el cine o el audiovisual tiene mucha imaginación y aporta elementos que las gentes del teatro tienen fuera de contexto, lo que resulta renovador para la escena", añadió. En este sentido De la Iglesia defendió la "ignorancia, que no la estupidez" porque da "valentía" para enfrentarse a este mundo.

El discurso narrativo de 'Dos hombres sin destino' está influido "por el teatro Pánico, el de Ionesco y Mel Brooks", según el cineasta y ahora productor de la función. Aunque otros referentes en este humor que destila la función se encuentran en Mihura o Tono, reconoció.

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"Ellos están contentos perdiendo su vida, hasta que uno de ellos, quizá cansado", decide cambiar y manda 2.500 currículum, consigue trabajo en la NASA, y se liga a Grace Kelly. Esto provoca celos y problemas con su amigo, hasta que llega el tercer acto, que es el fin del mundo, prosiguió el cineasta y productor teatral, quien no quiso desvelar el desenlace.