Ha muerto un gran guionista
Se muere gente importante y desde aquí no me suelo hacer eco de ello. Las razones son, por un lado, que os supongo ya suficientemente informados de dichos fallecimientos a través de los medios de comunicación más diversos y no veo el interés en emplear un espacio aquí en insistir con noticias tan difundidas; por otro, la realidad es que muchas veces sobre dichas personalidades muertas tengo pocas ideas nuevas o sentimientos que aportar más allá de las típicas frases alrededor de la lógica tristeza ante la pérdida de gente con talento. Es por ello que, por ejemplo, de los recientes fallecimientos de mitos como Jerry Goldsmith, Fay Wray o Elmer Bernstein no incluyese aquí en su momento mención alguna. Leí necrológicas muy buenas de ellos en las suficientes publicaciones "mainstream" y en otros "blogs", como para convencerme de que no tenía mucho sentido machacar al posible visitante de "Un toque de azufre" con más textos sobre dichos mitos. Hoy, sin embargo, sí que voy a detenerme a recordar a alguien recién fallecido, del cual, sospecho, muy pocos tendréis ocasión de leer ningún artículo que valore su figura y lamente su desaparición.
Robert Lewin, guionista y productor de televisión, murió ayer a la edad de 84 años, por culpa de un cáncer de pulmón. El de Lewin es uno de esos nombres, incrustados en innumerables capítulos de teleseries, en los cuales la mayoría de los espectadores apenas habrá reparado a lo largo de los años. No obstante, para un teléfago como yo, os aseguro que su presencia significaba bastante, hasta el punto de constituir uno de esos pequeños mitos privados tan difíciles de compartir (como Dennis Spooner o Dan Curtis o...).
La carrera de Lewin comenzó curiosamente en el cine, y no en la pequeña pantalla. Por su primer guión fílmico "The Bold and the Brave" (1956), basado en sus propias experiencias combatiendo en Italia durante la Segunda Guerra Mundial, recibió una nominación al Oscar, si bien a partir de ahí toda su brillante trayectoria transcurriría en la televisión. Sus aportaciones en la escritura de ficción televisiva abarcan géneros como el "western" ("Gunsmoke", "Rifleman", "Rawhide"), las series policiales ("Hawai 5-0", "Mannix", "Cannon", "Baretta"), de espionaje ("The F.B.I", "I Spy", "Mission: Impossible") o de ciencia-ficción ("The Man from Atlantis", "Star Trek: The Next Generation"). Pero quizá sus tres presencias más destacadas en la historia del medio hayan sido dentro de las series "The Fugitive" (el "thriller" persecutorio por excelencia), "Kung Fu" (¿qué decir de ella a estas alturas?) y "The Paper Chase", serie basada en el largometraje de igual título, hoy prácticamente olvidada pero que permanece como uno de los mayores hitos en la evolución de la escritura catódica hacia terrenos auténticamente realistas y adultos.
Producida en 1975 y emitida en España en 1981 con el título "Vida de estudiante", la serie (co-escrita y co-producida por Lewin) giraba alrededor de la vida cotidiana en unos estudiantes de Derecho y contaba, como auténtico eje vertebrador, con la totémica presencia del gran John Houseman interpretando al profesor más duro y carismático de la facultad. "The Paper Chase" proporcionó a Lewin varias nominaciones a los Emmy.
Pues eso, que murió un gran hombre de televisión, alguien que se lleva con él un buen pedazo de la historia del medio y un hombre que posiblemente sabía más de escritura de lo que nunca pueda llegar a imaginar. Adios, maestro.
Robert Lewin, guionista y productor de televisión, murió ayer a la edad de 84 años, por culpa de un cáncer de pulmón. El de Lewin es uno de esos nombres, incrustados en innumerables capítulos de teleseries, en los cuales la mayoría de los espectadores apenas habrá reparado a lo largo de los años. No obstante, para un teléfago como yo, os aseguro que su presencia significaba bastante, hasta el punto de constituir uno de esos pequeños mitos privados tan difíciles de compartir (como Dennis Spooner o Dan Curtis o...).
La carrera de Lewin comenzó curiosamente en el cine, y no en la pequeña pantalla. Por su primer guión fílmico "The Bold and the Brave" (1956), basado en sus propias experiencias combatiendo en Italia durante la Segunda Guerra Mundial, recibió una nominación al Oscar, si bien a partir de ahí toda su brillante trayectoria transcurriría en la televisión. Sus aportaciones en la escritura de ficción televisiva abarcan géneros como el "western" ("Gunsmoke", "Rifleman", "Rawhide"), las series policiales ("Hawai 5-0", "Mannix", "Cannon", "Baretta"), de espionaje ("The F.B.I", "I Spy", "Mission: Impossible") o de ciencia-ficción ("The Man from Atlantis", "Star Trek: The Next Generation"). Pero quizá sus tres presencias más destacadas en la historia del medio hayan sido dentro de las series "The Fugitive" (el "thriller" persecutorio por excelencia), "Kung Fu" (¿qué decir de ella a estas alturas?) y "The Paper Chase", serie basada en el largometraje de igual título, hoy prácticamente olvidada pero que permanece como uno de los mayores hitos en la evolución de la escritura catódica hacia terrenos auténticamente realistas y adultos.
Producida en 1975 y emitida en España en 1981 con el título "Vida de estudiante", la serie (co-escrita y co-producida por Lewin) giraba alrededor de la vida cotidiana en unos estudiantes de Derecho y contaba, como auténtico eje vertebrador, con la totémica presencia del gran John Houseman interpretando al profesor más duro y carismático de la facultad. "The Paper Chase" proporcionó a Lewin varias nominaciones a los Emmy.
Pues eso, que murió un gran hombre de televisión, alguien que se lleva con él un buen pedazo de la historia del medio y un hombre que posiblemente sabía más de escritura de lo que nunca pueda llegar a imaginar. Adios, maestro.
2 comentarios
Miguel Solano -
Hellblazer -
Por cierto, ¿la Peli St Elmos punto de encuentro no parecía estar basada en esta serie? Como siempre se reunían los amigos en el bar ese...
Que recuerdos...